De hace un tiempo para acá, el FPS con estética cartoon está teniendo un resurgir de lo más interesante. Y no hablo de las propuestas de terror tipo Bendy, no, me refiero a esos juegos donde todos los gráficos están dibujados a mano. Los hay que simulan dibujos animados de los años 40, otros que tiran más por el fotorrealismo al estilo XIII, y otros como el de hoy que, bueno, habla por sí solo.
La verdad es que ya llevaba un tiempo que no me ponía al frente de alguna bizarrada (como viene siendo costumbre en mí). Bueno, he roto la racha, lo admito. Hoy toca Shooty Shooty Robot Invasion.
(A ver como hago esto) En Shooty Shooty Robot Invasion (SSRI) los robots invaden la tierra y empiezan a acabar con la humanidad. Eres parte de un escuadrón de élite (que menudo equipo…) y te encargan destruir a los invasores. En el primer nivel nos mandan a destruir al primer invasor, reunir a toda la tropa y ayudar/rescatar a la gente de la ciudad. Todo eso muy bien, pero cuando “ayudar” significa jugar al volleyball con una aspiradora, aniquilar tostadoras que andan solas, o correr por los tejados persiguiendo gatos mientras una cabeza gigante nos bombardea, la cosa se pone interesante.
El equipo tampoco es que sea lo mejor de lo mejor para salvar a la humanidad. Tenemos los clásicos hackers, médicos, artificieros y tal, pero como veis en las capturas, muy élite no parecen. La gracia de SSRI es como poco a poco todo se va tornando más y más absurdo, como las conversaciones no tienen ningún sentido, y las misiones cada vez son más extrañas.
Pero veamos la base, SSRI es un FPS con gráficos dibujados a mano y planos. Consta de 6 fases, donde cada una se resume en que nos sueltan en un área abierta y podremos interactuar con todo el mundo, cumplir una lista de misiones principales y secundarias, participar de ciertas decisiones narrativas y arquear mucho (pero que mucho) la ceja.
Lo cierto es que de inicio no me atraía demasiado la propuesta, más allá de la presentación visual. No obstante en cuanto me puse un poco a los mandos se me despejaron todas las dudas posibles. SSRI es divertido como el solo. Los 6 mundos abiertos no son muy grandes, pero están cargados de personajes y situaciones. Es de esos títulos que, cuando te da por mirar el reloj, ya llevas un par de horas sin darte cuenta.
Y es que no paras de hacer cosas, y no es porque tengamos una lista amplia de tareas (de hecho salvo los objetivos principales, no hay mucho más), sino porque conforme avanzas y vas hablando con los personajes y haciendo tareas (nada del otro mundo), el escenario va cambiando y desbloqueamos nuevas misiones. Además, por si fuera poco, en cada escenario hay una mecánica oculta para descubrir un secreto, por lo que la exploración y el interactuar con todos es esencial.
En la parte jugable, es un FPS al uso y un poco limitado en armamento con mecánicas de dash y de saltos con impulso. Cada escenario tiene sus propias armas, así que olvídate de llevarte el arsenal de un lado para otro. Esto tiene su parte buena y mala, porque por un lado no te apegas a un solo combo, pero por otro, como te toque un escenario con armas que no controles bien, mal que lo vas a pasar.
Tampoco es que tengamos unos tiroteos muy profundos, las armas cumplen y punto, no hay casi destrucción de escenario y los humanos son inmunes a nuestros disparos (porque al parecer son balas especiales anti-robots... sí sí). Así que, en resumen, todo lo que plantea SSRI está bien. Cumple en lo jugable, pero se lleva el gato al agua en lo visual y en la cantidad de absurdeces que vamos a ver.
Una de las cosas que llaman la atención a las pocas horas de jugar, es la cantidad de misiones, enfrentamientos y minijuegos que tiene este SSRI. Al principio lo ves todo muy “simple”, te acostumbras a la visual, interactúas un poco, y ya. Pero cuando te quieres dar cuenta has pasado por varios enfrentamientos en oleadas, desafíos de parkour, búsqueda de objetos, varios minijefes, minijuegos de pulsar flechas al ritmo, dardos, lanzar aros… vamos, que si te aburres es porque quieres.
Eso sí, en su fortaleza está su debilidad. El aspecto gráfico es llamativo cuanto menos, y puede ser una barrera de entrada para los jugadores, sobretodo si no están acostumbrados a propuestas tan peculiares.
Que no esté en español también le juega una mala pasada, teniendo en cuenta que el juego tiene mucha narrativa. Y no es que el inglés sea un problema, es que usan mucha jerga y a no ser que tengas un buen conocimiento del idioma, esta parte se te puede atragantar.
Aún así y con todo es un muy buen juego, divertido y variado. Tiene situaciones absurdas para dar y tomar, y no vas a parar de hacer cosas. En cuanto te des cuenta, ya has echado la tarde en este batiburrillo (del bueno) de minijuegos, tiroteos y sinsentidos. Y con tanta parodia, también unas buenas risas ¿por qué no?
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Bubby Darkstar -
💚 La estética cartoon tan bizarra. Su gran carta de presentación.
💚 Multitud de minijuegos, enfrentamientos, jefes y misiones. Además, todo distinto y variado.
💚 El humor absurdo y las situaciones sin sentido. Si entras en la propuesta, te echaras unas risas.
❌ No esta traducido, y siendo un título con mucha narrativa y que abusa de la jerga, se hace difícil seguirlo.
❌ No tiene el clásico listado de tareas, y créeme que se acumulan.
Juan Carlos es clase dual (Programador / Filólogo), antes era solodev y ahora proyecto de divulgador e investigador académico en game studies. Friki a tiempo completo y amante del videojuego de terror en todas sus facetas.