Cruzar las calles de una ciudad en moto, tocar el timbre de la vivienda de un desconocido que nos espera con premura, hacerle entrega de un suculento alimento, y seguir la ruta. La dura vida del repartidor de pizzas. Algo que no mucha gente sabe es que yo cuando alcancé la mayoría de edad trabajé un año en una pizzería italiana para ayudarme a pagar el carnet de conducir. Es un trabajo áspero, donde contrasta la sencillez de la tarea con el peligro del asfalto y el carácter de las personas. Las anécdotas que surgen en este trabajo son tan variadas como los propios clientes, desde trabajar bajo la lluvia e incluso la nieve, hasta recibir invitaciones sugerentes. Así que no es difícil pensar en cómo encuadraría este desempeño en un videojuego, ya lo hizo Gaelco con el mítico arcade Radikal Bikers (1998).
Pero en el título que os traigo hoy, A Pizza Delivery, dejamos a un lado el frenetismo y la velocidad, y lo cambiamos por una narrativa reflexiva y una conducción más tranquila. Desarrollado por el solo-dev Eric Osuna y publicado por Dolores Entertainment, llegó el pasado 7 de noviembre a PC, PlayStation 5 y Xbox Series X/S. Una primera obra con carácter y que demuestra las grandes ideas que pasan por la mente de Eric, cuya propuesta nos invita a conducir por un mundo extraño mientras repartimos pizza y descubrimos la verdad. ¿Pedimos una familiar?
Hay títulos en los que por su ambientación o trama te sientes confuso, casi perdido, no porque no lo entiendas, sino porque lo que busca el autor es contarnos una historia que despierte curiosidad en el jugador, que te haga reflexionar. Eric Osuna lo hace desde el principio con A Pizza Delivery. Te propone un viaje a través de un mundo onírico donde se cruza el velo de lo tangible, y donde iremos descubriendo el argumento kilómetro a kilómetro.
En A Pizza Delivery nos ponemos en el papel de "B", una repartidora de pizzas que tiene que hacer su última entrega del día. Montada en su scooter deberá ir recorriendo escenarios a medio camino entre la realidad y el mundo de los sueños mientras recibe instrucciones de su encargado, a través de cabinas telefónicas sobre cómo llegar al destino. Durante la travesía de "B" encontraremos personajes, pocos, perdidos en mitad de este limbo con los que interactuar y conocer sus historias, que a la vez son parte de la nuestra.
El trasfondo del juego lo vamos descubriendo mediante las diferentes conversaciones, pero también encontrando objetos perdidos que quedan almacenados en nuestros recuerdos. Como un trofeo deportivo, un libro y otros objetos cotidianos que significan algo importante. Una experiencia narrativa bien planteada pero que da la sensación de querer contar mucho más de lo que al final nos dice. Es como si no hubiera podido meter todo el material que tenía planificado. Una pena, porque lo que hay es intrigante y emocionante y seduce al jugador.
Repartir pizza por entornos extraños
A Pizza Delivery es una aventura narrativa en la que llevamos a "B", una repartidora de pizzas que se desplaza en moto a los sitios de entrega. Las mecánicas del juego son simples pero funcionan bien, básicamente iremos explorando un mundo extraño con mucha personalidad y escenarios muy variados, pero que se siente vacío, tanto de objetos como de personas, mientras avanzamos en la narrativa. Por el camino de nuestro viaje encontraremos pequeños puzles por resolver, objetos coleccionables, un puñado de PNJ con los que hablar y compartir un pedazo de pizza y una historia intrigante.
Los rompecabezas a los que haremos frente no son muchos, la mayoría consisten en encontrar la llave o la palanca necesaria para abrir la puerta que permite que sigamos nuestra ruta, pero también hallaremos algún pequeño reto en forma de juego o prueba que exigirá nuestro desempeño en habilidad para jugar a la rana con una piedra en un lago o escapar en moto en una especie de persecución. Es cierto que no hay una gran variedad de ellos, pero le aportan un poco de peso a la jugabilidad pasando a ser algo más que un walking simulator de esos que dicen ahora.
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Sin duda la parte que más puede frenar la experiencia del jugador es el apartado técnico, no es que el juego esté mal acabado o de problemas graves, de hecho Eric sigue actualizando el juego de forma constante, es más bien que hay aristas que pueden pinchar la rueda de la moto. La primera que me viene a la cabeza, y la más grave para un servidor, es la falta de depuración del control de la cámara y el movimiento de nuestro protagonista. Es muy brusca, demasiado, hasta tal punto que tuve que dejar de jugar un par de veces porque me mareé.
Para los que sufran cinetosis, como un servidor, os recomiendo ajustar el movimiento de la cámara al mínimo, el control será más torpe, pero vuestra cabeza lo agradecerá. La verdad es que siempre me había pasado con juegos en primera persona, pero la cámara en A Pizza Delivery es dura. Además, durante la partida encontraremos pequeños bugs gráficos, pero nada que rompa la experiencia, algo casi normal en un mundo con escenarios tan amplios.
Un viaje por escenarios preciosos
El apartado más potente y llamativo de A Pizza Delivery es su arte, aquí Eric Osuna demuestra con soltura su dominio del diseño gráfico para crear una ambientación fascinante e intrigante al mismo tiempo. La atmósfera onírica que se respira en cada escenario es genial, cada uno creado con grandes dosis de imaginación y buen hacer. Desde bellos campos hasta ciudades oscuras, pasando por lugares perdidos en mitad de una tempestad de nieve. ¡Qué belleza!
En cuanto al sonido está muy bien escogido, el ritmo al que te llevan sus melodías es perfecto para nuestro viaje en moto por hermosos parajes. La música es una parte imprescindible del trayecto, te guía con cada nota mientras quemas kilómetros en tu scooter.
Cuando te sientas perdido deberás buscar la luz
A Pizza Delivery es un viaje breve pero intenso, un relato íntimo disfrazado de aventura onírica, donde cada kilómetro en moto revela paisajes hermosos e inquietantes. Una ópera prima llena de personalidad, imperfecta en lo técnico, pero construida con un corazón enorme.
A veces el trayecto se detiene en lugares inesperados, rincones que merece la pena descubrir, espacios de ensueño que susurran historias más profundas de lo que parecen. Si te gustan los juegos contemplativos y los mundos extraños, dale una oportunidad: la pizza quizá llegue fría, pero el viaje te calienta por dentro.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por JF Games -
💚 Tiene buenas ideas.
💚 La ambientación de cada escenario.
💚 El apartado artístico es cautivador.
💚 Descubrir la historia a través de objetos y conversaciones.
❌ Da la sensación de estar a medias.
❌ El movimiento de la cámara.
❌ El control no se siente fluido.
Director Retro & Pixel Press 📰
Podcaster en NESbuscando en la Basura, El Indiario, DeVCast y A Link To The Podcast 🎙️
Redactor en DeVuego 📝