Esto de pegar susticos al personal es algo curioso. La atracción por pasarlo mal A PROPÓSITO seguro que da para llenar algunas salas de libros dedicados a la psicología, pero la razón es bien sencilla: le pasan las cosas malas a otras personas, no a tí, pero lo ves en primera fila. Es como ver un accidente de tráfico desde dentro pero como de dibujos animados.
El género lleva años en franca buena salud, sobre todo desde que los indies pusieron su pie en tierra firme para demostrar que no hace falta ser una casa de software grande y reconocida para tener ideas malvadas, el conocimiento del sufrimiento es casi universal. Sin embargo, aquí tenemos una de esas vueltas de tuerca que, sin ser novedosa, sí es arriesgada porque es muy fácil que salga rana. Afortunadamente Among Ashes consigue que el meta-juego funcione, aunque haya que darle con un palo a veces.
Principios de los 2000. Los virus son felices en internet porque todo el mundo usa Windows XP y ejecuta ficheros aleatorios con alegría y desparpajo. Hete aquí que un par de amigos se ponen a hablar por un programa que podríamos llamar… este… “Mensajero”, por ejemplo, y uno le dice al otro que ha descubierto un foro la mar de interesante desde el cual te puedes descargar un juego GRATIS.
Claro está, nuestro querido joven no duda ni un segundo, va al foro, lee un poco lo que dicen los frikis y se descarga el fichero “ImSorry.exe”, cuyo nombre no tiene nada de sospechoso y que contiene un juego que su propio autor te suplica que “sigas jugando” mientras se disculpa todo lo disculpable. Es todo tan de su época que casi puedes echar una lágrima al darte cuenta de cómo pasa el tiempo y lo viejuno que eres.
Una vez en el juego, nuestro joven descubre un juego de terror que transcurre en una mansión tétrica, como en las mejores tradiciones novelescas, y que se complica y retuerce como una serpiente. Y, vaya, parece que ese efecto de sonido venía de detrás de tí.
- Nah, será el roncola de la cena que me ha sentado mal.
Por cierto ¿esas manchas de sangre que caen de tu pared estaban ahí esta mañana?.
- Pues no estoy seguro, de tanto jugar al tamagotchi la vista no me funciona del todo bien.
Claro, claro, no pasa nada, tú sigue jugando. Sobre todo SIGUE JUGANDO.
Pues sí, Among Ashes nos propone ponernos en la piel de alguien que juega un juego que no se queda quieto dentro del pc y decide que la realidad es demasiado aburrida. Y lo hace con un estilo y un saber hacer que da envidia. Para empezar tenemos casi total control del pc dentro del juego, pudiendo cambiar de una aplicación a otra sin problema (eh, alguna licencia se tenía que tomar), usar el chat “Mensajero” aunque las conversaciones estén predefinidas, consultar un foro clásico de internet donde ya nos dan avisos de lo que quizá esté por venir y disfrutar de detalles tan tontos como una barra de descarga cuando le damos al enlace para descargar el fichero “ImSorry.exe”.
Comienza apostando fuerte, porque nos pone a los mandos de un clon de Doom[ed], que perfectamente podría haber sido real en su día, hasta que nuestro colega Mark nos habla del foro y del juego. Podemos dejar el pc cuando queramos y dar una vuelta por el apartamento donde vive nuestro protagonista, que se encuentra solo esa noche y con una tormenta ruidosa al otro lado de las ventanas. El escenario está dispuesto como cualquiera esperaría, pero hay que recordar que estamos hablando de principios de los 2000 (concretamente diciembre de 2001), así que el vehículo de la historia tiene una estética muy diferente al mundo alrededor del pc.
Tras la parodia/homenaje a Doom, que sirve como un preámbulo estupendo para que nos acostumbremos al estilo gráfico que vamos a ver durante unas buenas horas, la conversación con Mark, la visita al foro y la descarga del fichero están bien medidos para hacer de presentación al juego que se ejecuta. Y ahí mismo tenemos una vuelta al pasado, un viaje que bien puede mezclar Alone in the Dark con Silent Hill y Resident Evil sin despeinarse, y hasta diría que algún detalle de House of the Dead se cuela en algún momento.
Tenemos además detalles como los objetos para grabar partida, que son cuadernos de uso limitado (dependemos del número de páginas en blanco que le queden), el menú de objetos calcado al del primer Silent Hill sin ningún pudor, ángulos de cámara pensados para que te pienses si quieres llegar hasta el final del pasillo y doblar la esquina. En suma, muchas referencias y similitudes dirigidas a un público objetivo ya de cierta edad que, aparte de encontrarse un lugar conocido donde puedan sentirse falsamente cómodos, pueden lanzar alguna lagrimita. Y ojo que lo de crear una falsa sensación de comodidad es totalmente premeditado (y hasta malvado).
Y es que cuando empiezan a aparecer los primeros monstruos nos damos cuenta de que el sistema de combate se acerca más al primer Alone in the Dark que a Silent Hill. Es muy complicado impactar a quien sea sin recibir una colleja a cambio, sea cual sea el arma cuerpo a cuerpo que llevemos. Con cierta paciencia se puede encontrar el timing concreto para evitar la mayoría de golpes, pero alguno siempre cae, ya sea por la torpeza de las animaciones o porque la cantidad de bichos a tu alrededor es apabullante y tu personaje un tronco. Igual no debería decir el truco, pero correr como un descerebrado del punto A al punto B ignorando todo lo que haya por medio funciona mejor de lo que debería (y esta es la obligada referencia a la saga Souls).
Con las armas de fuego la cosa mejora, pero el no tener información en el interfaz de la munición y la escasez de la misma pondrán nuestros nervios de punta. Usarlas para abrirse camino y seguir corriendo parece el mejor uso que se les puede dar, aunque a cambio nos podemos perder detalles del escenario. Y ya que hablo de escenario, no podemos olvidar que no somos quienes jugamos al juego, si no que manejamos a un señor que tiene vida más allá del ordenador (y que la vista del monitor y parte de su alrededor se encarga de recordarnos constantemente) y un pisito muy majo donde empiezan a pasar cosas.
El asunto asustante empieza suave, como queriendo decirnos que la avanzada hora de la noche, el cansancio y la tormenta le juegan malas pasadas a la capacidad perceptiva de nuestro protagonista. Sin embargo, a poco que seguimos avanzando en el juego del pc, más claro queda que este se está filtrando hacia la realidad de alguna forma (como la mano amiga que sale de debajo de la cama para darte en la espalda por si te atragantas). No voy a poner más capturas de estos sucesos, que perderían su gracia y están metidos con bastante acierto.
¿Y ya está?¿el juego maldito del pc retro se filtra a la realidad y te pegas con lo mismo pero con mejores gráficos?. No, no exactamente. De hecho no, ni de cerca. Los cambios que experimenta la realidad interactúan constantemente con el juego del pc, hasta el punto que los cambios en una realidad afectan a la otra “realidad” y viceversa, dando lugar a puzzles muy majos y a una nueva dimensión donde llevarnos sustos, porque ya los mundos se confunden y la realidad de nuestro protagonista deja de ser un lugar seguro y regido por las leyes de la física, la lógica y Jordi Hurtado. ¿Os acordáis de la falsa comodidad de la que hablaba antes? ahora todo ha explotado y la mentira ha quedado al descubierto. Y hasta aquí os voy a contar, que estropear una buena aventura está feo.
Among Ashes es un juego que alberga un montón de ideas muy buenas, bien colocadas y divertidas. Logra sus momentos de tensión, ambienta de forma excelente la historia que quiere contar y nos miente a la cara mientras se ríe malévolamente. Pero con todo lo bueno que tiene, hay partes dolorosamente rotas que, si no fuera porque molestan mucho más de lo que deberían, podríamos pasarlas por alto.
Por ejemplo, hay un bug en el sistema de bloqueo por oscuridad que directamente te obliga a cargar partida e incluso salir del juego y volver a ejecutarlo. Este sistema de bloqueo está presente para evitar que avances en una zona oscura sin la linterna, por ejemplo, y lo que hace es, directamente, impedir que te muevas hacia esa zona oscurecida, como una pared. En mi partida me encontré con una zona oscurecida a la que entré con la linterna, morí por torpe y al cargar partida y regresar el bloqueo había vuelto, como si no tuviera linterna. Fue imposible continuar jugando, a pesar de volver a cargar la partida, y solo se resolvió saliendo del juego, arrancándolo de nuevo y volviendo a cargar partida. Ahí ya pude entrar de nuevo y no conseguí provocar el fallo de nuevo.
Otra inconveniencia fue la inconsistencia de inputs, es decir, la sensación de que el juego ignoraba a veces la pulsación de botones como la recarga de algún arma, la interacción o el botón de correr, o bien enviaba una pulsación doble que no había tenido lugar. Esto último solo me pasó al salvar partida y puede provocar que perdamos una hoja del cuaderno.
Ya en menor nivel de problema, algunos efectos de dar susto pueden quedarse atascados. Por ejemplo, la captura de la mano monstruosa bajo la cama que he puesto anteriormente. Dicha mano me acompañó durante unas cuantas horas cada vez que levantaba al personaje de su sitio en el pc. El efecto correcto es ver el brazo y la mano esconderse rápidamente bajo la cama cuando entramos en la habitación.
Among Ashes es un juego divertido (y gloriosamente barato!), con puñaladas a la nostalgia pero sin hacer la croqueta en ella. De hecho usa el factor nostalgia sabiamente como un cebo para que pensemos que sabemos qué terreno pisamos y luego sacar la artillería. Correctísimo en la ambientación, aunque quizá con una música algo carente de personalidad pero que cumple de sobra, pausado en el desarrollo de acontecimientos dejando que cojamos confianza como borregos. El juego nos maneja a su antojo, igual que manejamos al protagonista, llevándonos por un camino donde los bordes son cada vez más tenues hasta casi desaparecer, y es ahí donde están la gracia y las acertadas ideas que nos propone en varias capas.
Aunque pueda tener algún fallo difícil de digerir, son cosas que no impiden que acabemos el trayecto y lo disfrutemos, pero no estaría mal que le echasen un ojo para repararlo y dejar un juego aún más redondo de lo que ya es.
- Hemos realizado este análisis en PlayStation 5 con una código proporcionado por Dojo System. -
💚 La ambientación
💚 Los acertados guiños a la época donde tiene lugar la historia
💚 El diseño del juego en sí
❌ Algunos bugs molestos
❌ Fallos puntuales en los inputs
Ingeniero Informático (de profesión), escritor y compositor aficionado. Fan de la Megadrive, de Yuzo Koshiro, Swery y Kojima. Los juegos narrativos me dan la vida, los deportivos me la quitan.