Sentirse insignificante ante un universo imponente y de dimensiones inabarcables, como un pequeño átomo abrumado por el tamaño y magnitud de las cosas que lo rodean. Quizás sea una frase que pueda resumir, mucho, lo que he vivido estos días jugando a Bionic Bay. La inigualable sensación de sentirme diminuto y vulnerable ante un entorno decadente, y donde cualquier objeto sirve para recordarte lo frágil que eres. Esa energía que recorre la espina dorsal y activa los receptores neuronales de tu sistema nervioso para hacerte saber que estás vivo, al menos un tiempo, y que por muy grande que parezca el obstáculo que tienes en frente, con determinación, habilidad, y muchas repeticiones, podrás superarlo.
Hablar de juegos de plataformas, es hacerlo de uno de los géneros más veteranos y donde los exponentes que pasan al altar de los mejores incluyen a títulos de la talla de Super Mario Bros. 3, Sonic, Super Mario World, Donkey Kong Country o el más reciente Celeste, que todo jugador reconoce, aunque no haya jugado. Alguno puede que me llame exagerado, pero espero que en unos años Bionic Bay sea uno de esos elegidos de fama mundial.
Celeste (Maddy Makes Games y Extremely OK Games - 2018)
El pasado 17 de abril Bionic Bay llegaba a PC y consolas PlayStation 5 desarrollado por los estudios Psychoflow Studio y Mureena Oy, y lo hacía de la mano del publisher Kepler Interactive (Ultros, Pacific Drive o Clair Obscur: Expedition 33). Un título de plataformas puro, sin acción, centrado en saltar y superar obstáculos, con un sistema de físicas y unas mecánicas ingeniosas, y haciendo gala de una estética pixel art realmente atractiva. Un juego que se ha ganado rápidamente al público y a los medios especializados, y que aquí, en Retro Pixel Press, hemos tenido la suerte de poder jugarlo. Te invito a un viaje que no olvidarás para conocer uno de los mejores juegos de este 2025. ¡Bienvenido a la Bahía Biónica!
Un equipo de científicos se halla investigando un objeto tecnológico muy avanzado, de posible procedencia alienígena, en un laboratorio. Las pruebas previas arrojan resultados de que el aparato no parece peligroso, pero de repente se activa, se produce una explosión de energía y aparecemos en un lugar inhóspito y carente de vida. Un mundo biomecánico de aspecto decadente y donde las leyes de la física parecen que no corresponden con los estándares de nuestra Tierra. ¿Dónde nos encontramos? ¿Cómo regresaremos a casa? ¿Qué ha sucedido? Las preguntas se acumulan pero la falta de respuestas nos hará vivir en la incertidumbre mientras tratamos de escapar de este mundo.
Es difícil hablar de la trama de Bionic Bay sin hacer spoilers, ya que al principio la falta de información es total, y no obtendremos respuestas hasta bien avanzada la historia. Explorar el vasto mundo biónico hará que vayamos hallando pequeños textos y fragmentos de información que aclararán nuestra mente hasta descubrir la verdad. No es lo que cuentan, no es el guion de la mejor película de la historia, ni siquiera es la narrativa de un gran libro, es la forma en que lo relata, es el ritmo al que se trascribe cada paso de nuestro protagonista, simplemente, en ocasiones no hace falta muchas ni grandes palabras para hacer algo magistral.
El conocimiento humano movido por la curiosidad innata
Bionic Bay es un juego de plataformas puro, en el sentido estricto de la palabra, nada de eliminar enemigos y acción, simplemente ser capaz de dar saltos milimétricos entre zonas librando de caídas al vacío y superando mortíferas trampas. Eso si, aderezado con un sistema de físicas espectacular y con unas mecánicas de tecnología que alteran el escenario haciendo que las posibilidades sean casi infinitas y que la diversión no decaiga de principio a fin.
En un juego de este género los obstáculos a los que tenemos que hacer frente con nuestros reflejos y capacidad de aprendizaje y memorización son una de las claves más importantes de la jugabilidad. El diseño de niveles en Bionic Bay es casi perfecto, desde el punto en que empieza una pantalla hasta el tubo por el que escapamos encontraremos desniveles que superar a base de saltos, puzles de entorno que resolver, trampas de todo tipo, objetos que manipular en nuestro beneficio... la variedad es tan grande que cuando piensas que no pueden hacer nada más todavía son capaces de sorprenderte mezclando todo, como en un buen cóctel, no se trata de juntar ingredientes, es casi un arte el hacer que las medidas exactas de cada componente den un resultado perfecto.
Saltar, rebotar, esquivar rodando, usar tecnología de teletransporte, de ralentizar el tiempo y muchas cosas más es muy divertido, pero su fin único es conseguir escapar de las cientos de muertes que te esperan en Bionic Bay, porque si, vas a morir, vas a morir muchas veces, ¡Muchísimas! La buena noticia es que no penaliza casi porque los puntos de guardado automático están muy bien situados y no te cuesta nada volver a intentarlo. Además, en este juego morir es sumamente placentero, a ver, a veces te acuerdas de los progenitores de los desarrolladores pero en la mayoría de veces ver como mueres por aplastamiento, rayos láser, helado, quemado, aplastado otra vez, y otra, cayendo al vacío, hundido en acido, explotando, ¿He dicho aplastado ya? Son geniales, mil formas de morir, y cada cual mejor que la anterior. (Mientras escribía este párrafo me cayó un trozo de escenario encima y volví a ser aplastado, menos mal que había guardado)
No pares de saltar
Sin duda, una de los mayores aciertos de los desarrolladores es la introducción de mecánicas que dotan a la jugabilidad de muchísima profundidad. Al principio nuestro personaje podrá saltar y rodar y poco más, pero a medida que avanzamos en el juego iremos desbloqueando diferentes habilidades que nos permitirán interactuar con el escenario en muchísimos planos. Quizás estés pensando que es un juego en dos dimensiones simple, pero en realidad Bionic Bay rompe las leyes de la física y nos permitirá alterar la gravedad, teletransportar objetos, jugar con el tiempo y muchísimas otras acciones que lo convierten en un título tremendamente imaginativo y entretenido.
A medida que vayamos asimilando las distintas mecánicas del juego, los puzles y obstáculos requerirán que las dominemos y lleguemos a mezclarlas para poder superarlos. Esta combinación nos da una gran variedad de situaciones y en alguna ocasión diferentes formas de solucionar un problema. Algo que está relacionado con la dificultad del título, que empieza siendo bastante asequible, pero termina siendo un ejercicio exigente donde demostrar nuestra mejor versión.
Por si esto fuera poco, además existe una opción online en la que podemos competir por superar marcas de otros jugadores en competiciones de runners. Algo que disfrutarán aquellas personas más competitivas y que les encanté figurar en lo más alto de la tabla de clasificación.
Las mecánicas de juego de Bionic Bay son muy sorprendentes
Bionic Bay hace muchísimas cosas de manera impecable, entre ellas el apartado gráfico. El uso de un estilo pixel art tan detallado, con escenarios yermos y con una personalidad arrolladora y el diseño tan bello de cada elemento convierten a este título en un lienzo en que pararse a contemplar. Te sorprendería la cantidad de veces en que he parado de jugar simplemente para hacer una captura e inmortalizar un escenario, el protagonista, diminuto, colgado de un saliente en mitad de un abismo, y la belleza de frenar a disfrutar. Es como un viaje por un paisaje idílico en el que vas parando cada poco a sacar una foto y disfrutar de las vistas.
Pero no solo es arte lo que entra por los ojos, es que el ritmo del juego también se siente bello. Los momentos de pura adrenalina en que das saltos sin parar, te agarras a la vida en el último momento o pereces en mitad de una explosión, se mezclan de manera magistral con pequeños fragmentos en que todo está en calma y lo único que tienes que hacer es avanzar disfrutando del momento. Eso también es arte.
Hay momentos del juego en donde simplemente te detienes y contemplas
Al igual que en la parte narrativa Bionic Bay cuenta mucho con pocas palabras, en en el apartado sonoro hace lo propio con el silencio, y es que la ausencia de banda sonora en muchos momentos amplifica la sensación de sentirse perdido en un mundo enorme y decadente. La mezcla que hace entre música ambiental ligera, efectos de sonido y el mismo silencio se siente cargado de simbología y te hace sentir apabullado, encogido. La atmósfera que logra transmitir este título es algo que he visto pocas veces en videojuegos. Sobresaliente.
Un espectáculo visual
Bionic Bay es una obra maestra del género de las plataformas, un juego totalmente imprescindible y uno de los mejores títulos del género de los últimos años. Es difícil lograr hacer tantas cosas bien en un proyecto, pero este brilla en todos los apartados con fuerza. Cuenta con una jugabilidad divertida y con momentos épicos gracias a sus físicas y la implementación de mecánicas como el teletransporte, jugar con la gravedad o el tiempo, y sobre todo saltar.
Su historia se narra con las palabras justas, pero con un ritmo y forma perfectos. Su ambientación te hace sentir pequeño en el universo. Su apartado artístico es impresionante en la parte visual, pero también en la sonora, y es que todo es bello y original en Bionic Bay. No se me ocurren razones por las que no debieses probar este juegazo, pero hay muchas para darle una oportunidad a esta experiencia única.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Kepler Interactive -
💚 Su ambientación biomecánica en un mundo vacío
💚 Esa sensación de ser insignificante en el universo
💚 Morir de mil maneras
💚 Saltar y agarrarte a un saliente en el último momento
💚 Las físicas
💚 Las mecánicas que implementan y aportar mucha diversión
💚 El apartado artístico
❌ El final se vuelve exigente y no es apto para personas que se frustren
Director Retro & Pixel Press 📰
Podcaster en NESbuscando en la Basura, El Indiario, DeVCast y A Link To The Podcast 🎙️
Redactor en DeVuego 📝