Las tropas de Murkyl, el dios de la nación de Ulm, han chocado con una partida de exploración de Ys. En un lado del campo de batalla esperan en formación hombres armados con picas y armaduras pesadas, la caballería pesada de Ulm y sus ballesteros; del otro, jinetes que montan caballos de fuego, druidas que invocan arbustos andantes y un sacerdote oscuro que tapa el sol antes de que empiece la batalla para favorecer a sus tropas, que pueden ver en la oscuridad. Sin embargo, los brujos de Ulm tienen preparada una desagradable sorpresa: cuando las tropas empiezan a moverse, las armaduras y armas de sus caballeros e infantes se vuelven de piedra, y una tromba de meteoros cae sobre las tropas enemigas, que huyen despavoridas.
Esto, que parecería una página de una novela barata de fantasía de los años ochenta, es un turno normal de Dominions 6: Rise of the Pantokrator, la última iteración del wargame independiente de los suecos Illwinter Game Design. Pero antes de que siga profundizando en este juego, dejadme que os cuente un poco dónde empieza esta saga de videojuegos de estrategia. Voy a parafrasearos un poco lo que ellos mismos cuentan en el manual del juego.
A finales de los años noventa, Kristoffer Osterman estaba haciendo el Camino de Santiago cuando empezó a darle vueltas a la idea de un juego de guerra fantástico, inspirado por sus lecturas juveniles de fantasía. Junto con Jofan Karlsson habían programado antes Conquest of Elysium, un roguelike clásico (que también puede jugarse en su última versión, Conquest of Elysium 5), pero se habían quedado con las ganas de hacer algo más grande, así que a la vuelta de ese viaje por España y por Francia empezaron a trabajar en la primera versión de esta saga tan querida por los jugones más clásicos de juegos de estrategia. Treinta años después, vamos por la sexta entrega de una saga que sigue cautivando a los generales de sillón más empedernidos.
Pero espera, ¿Qué es exactamente Dominions 6?
Dominions 6 nos pone en el papel del dios de una nación de fantasía, de las que tendremos más de noventa diferentes, repartidas en tres eras, para elegir. Reseñarlas todas aquí es tontería, porque son muchísimas, pero podremos elegir desde cosas bastante arquetípicas, como Ulm, basada en Conan y en los mitos nórdicos con unidades como bárbaros, doncellas del escudo y magos, a cosas bastante extrañas y frikis como podría ser Bandar Log, una civilización de primates donde los diferentes monos son castas sociales y su caballería monta elefantes y leopardos. Es muy humillante que cientos de chimpancés con arcos y gorilas con mazas machaquen a tu caballería, pero me ha pasado.
En Dominions 6 tenemos dos capas fundamentales: el mapa estratégico y el campo de batalla táctico. En el mapa estratégico pasaremos el ochenta por ciento del tiempo, porque es en él donde iremos reclutando tropas, investigando las diferentes escuelas de magia, y buscando lugares mágicos que mejoren nuestra economía. Es, también, donde buscaremos a los ejércitos de nuestros rivales.
En la capa táctica los ejércitos lucharán uno contra otro. Esto es importante entenderlo de primeras: nosotros no controlamos a las tropas en combate, sino que en la capa estratégica prepararemos las órdenes fundamentales que va a seguir nuestro ejército. Con esto, Dominions 6 pretende simular el comportamiento de un general en la batalla: no podemos darle órdenes a cada uno de los soldados sino que, organizados en regimientos, se moverán conforme a unas órdenes básicas que nosotros les damos antes de luchar.
Una de las capas de gestión más interesantes en Dominions 6 es su sistema de magia. Tenemos siete escuelas de magia que investigar, lo que nos permite lanzar conjuros en combate, en el mapa estratégico, forjar artefactos mágicos… Escribir a fondo sobre este sistema de magia me llevaría otro artículo más largo que este, así que os cuento solo algunos de los efectos mágicos más interesantes que tenemos disponibles: podemos lanzar bolas de fuego sobre nuestros enemigos, resucitar a los soldados muertos del campo de batalla, invocar soldados de hojalata con un corazón mecánico, forjar un cáliz que nos permite atacar a ejércitos submarinos o llevar a un caballero de bolsillo que protege a nuestros generales. Los rituales mágicos son aún más locos: desde forjas divinas que abaratan nuestros artefactos mágicos a maldiciones que van matando turno a turno a toda la población global. Todo el poder de un dios en la punta del ratón de tu PC.
Dominions 6 puede jugarse contra la IA, pero es en el enfrentamiento multijugador donde el juego brilla. En los servidores de Discord se organizan partidas de entre 6 y 24 jugadores. En la diplomacia con otros humanos el juego social se vuelve febril: pactos, alianzas y traiciones apoyadas por un sistema de diplomacia básico pero efectivo: pactos de no agresión, comercio, intercambio de gemas y objetos… Todo es poco para conseguir tu objetivo: conquistar los Tronos de la Ascensión.
En cada partida deberás intentar conquistar, antes que los demás jugadores, unas provincias especiales que contienen Tronos. Estos tronos dan unos puntos de victoria y alguna propiedad especial cuando se capturan. Como es de esperar, suelen ser el objetivo de ataques encarnizados, maldiciones y conjuros de todo tipo.
Dominions 6 es un juego para los fans más acérrimos de la fantasía y la estrategia. Seis iteraciones han ido refinando un sistema complejo e intimidante de primeras, pero con un montón de posibilidades. El sistema de creación de dioses da para estar con él varias horas antes de empezar la primera partida. Si alguna vez has sentido, como todo hijo de vecino, la necesidad de conquistar el mundo a base de lanzar encantamientos sobre una legión de caballeros esqueléticos y dríades que roban la mente a sus enemigos, deberías darle caña a este Dominions 6.
- Hemos realizado este análisis en PC -
💚 Multijugador social con una capa impredecible. Ninguna partida se va a parecer a otra.
💚 Una enorme cantidad de facciones bastante diferentes entre sí con interacciones muy interesantes.
💚 Densidad estratégica y un sistema de creación de dioses que permite jugar de muchas maneras diferentes con una misma facción.
❌ Esto varía de persona en persona, pero la curva de aprendizaje a veces parece un muro.
❌ Hay que estar dispuesto a echarle bastantes horas para tener un nivel mínimo que haga que no nos volatilicen en los primeros turnos.
❌ Jugar contra la IA no tiene mucha gracia, y no a todo el mundo le gusta buscarse la vida para jugar contra otra gente.
José María es docente de profesión, jugón desde pequeñito y bocazas ocasional. Juega juegos de naves por voluntad propia y explica su historia en Defensores de la Galaxia. También habla sobre videojuegos independientes en su twitch semanal Indieseables.