La mitología y costumbres de los pueblos es algo realmente fascinante. Tenemos tanto que aprender y por descubrir, ya no solo de las manidas mitologías griega/romana, vikinga y egipcia. Todas las regiones del mundo tienen su pedacito de historia y sus criaturas fantásticas y maravillosas. Ver como surgen iniciativas donde dar a conocerlas al mundo es estupendo.
Hoy te traigo un título que, siendo sinceros, me atrajo por su apartado visual y su propuesta jugable, y que poco a poco me fue ganando el corazón. Preparaos unos buenos mates, id calentando las brasas para hacer churrascos con la familia y vestíos con los colores de vuestra selección. Nos vamos al mundo de los gauchos.
Gaucho and the Grassland nos propone una aventura fantástica donde creamos un personaje, un gaucho, y guiados por el fantasma de nuestro abuelo, seremos el guardián que tendrá que viajar a través de diversos portales a las tierras de nuestra querida América Latina. Cada región ha caído en la oscuridad y debemos restablecer el esplendor ayudando a los habitantes locales. Habrá mundos casi congelados o con lava, secos y oscuros, donde las personas apenas sobreviven. Conforme vamos hablando con los habitantes, nos irán dando diferentes encargos que irán desde rescatar rebaños perdidos a construir casas o recuperar cosechas.
Necesitaremos, además, recolectar materiales por todas partes para ir crafteando todo lo que vayamos necesitando, además contamos con un caballo y un perro que nos ayudarán en la aventura mediante desplazamientos rápidos o encontrando tesoros. En el momento en que hayamos ayudado a suficientes vecinos, se nos abrirá el laberinto de ese mundo, donde tendremos que prender unas “fogatas” para alumbrar el camino hacía el mundo etéreo, hablar con la deidad correspondiente y que nos ayude a restaurar el equilibrio.
Poco a poco, paso a paso, iremos desbloqueando nuevas zonas y encargos. Cada tierra se centra en un bioma concreto que podremos recorrer en cualquier orden, no es necesario completar todas las tareas para seguir avanzando (de hecho al principio es imposible, porque necesitamos habilidades que desbloquearemos en otras zonas). Pero aquí no tengas prisa, Gaucho se disfruta con calma, observando cada paraje, cada habitante, disfrutando de los diálogos y de lo acogedor de todo su entorno. La maldición de las tierras es lo de menos, una mera excusa para avanzar y desbloquear recursos y herramientas.
Evidentemente estamos hablando de un título sandbox con crafteo, pero eso es solo la punta, la mecánica que nos guía por esta fantástica aventura. Todos los encargos que realizamos van encaminados a enseñarnos un pedacito de las costumbres latinas, desde su ganadería a la gastronomía, arquitectura, agricultura, deporte, etc. Todo está hecho para aprender y disfrutar el proceso.
En la parte sandbox tenemos el ya clásico sistema de recolección de recursos como la madera o la piedra, y de ahí avanzar a cosas un poco más complejas como la cría de animales o la preparación de comida. Dispondremos de ciertos trozos de parcelas que podremos comprar para construir lo que necesitemos, y no son pocos los edificios que tendréis disponibles. Porque, de hecho, cada misión que hagáis os recompensará con algo nuevo para construir o adornar.
Mención aparte el sistema de generación de interiores en la parte de construcción. Cuando construimos fuera y vamos agregando módulos, si entramos en la vivienda podremos ver como la distribución del interior se corresponde con lo que hemos planteado fuera. ¿quieres hacer una hacienda enorme con pastos, granjas y disposición rectangular con patio interior? Adelante, dentro encontrarás todo lo necesario para poder montar un buen salón con mesas, chimeneas y toda la decoración típica. Donde, además, podremos organizar un asado con el resto de los habitantes.
El resto de elementos sandbox permanece igual, la ganadería nos otorga nuevas crías que podremos usar tanto para trueque como para recolectar recursos necesarios como leche, huevos o lana. El sistema es muy sencillo: con nuestro caballo podremos echar el lazo tanto a la hembra como al macho, guiarlos al edificio correspondiente, y dejar que el amor surja.
La verdad es que, como podéis comprobar, la parte sandbox es muy típica y básica. Pero no lo digo como algo negativo, al contrario, sabiendo que estamos ante un título principalmente educativo, tiene que ser accesible tanto para grandes y pequeños, novatos y experimentados. No estamos ante un juego que nos vaya a dar cientos de horas creando complejas recetas o con decenas de recursos distintos, sino ante un proyecto de divulgación para todo el mundo donde sentarte y dejarte abrazar por el ambiente acogedor.
Créeme, este juego se disfruta infinitamente más si, simplemente, te relajas y te dejas absorber.
Poco se puede comentar de más con este juego, porque son tantos los detalles y matices del mundo latino que pueblan sus praderas, que siento que si os cuento algo más estaría estropeando la experiencia. No dejo de repetirlo, pero es así, en Gaucho cada esquina y cada habitante es una historia y un pedacito de costumbre de esta maravillosa parte del mundo. Sus gráficos sencillos y agradables, su esquema de mundos, la disposición de las tierras y las regiones… todo te invita a perderte y contemplar, quedarte parado observando los viñedos, echar una carrera con otros jinetes, pescar, construir…
Por supuesto, la parte fantástica y mitológica es igual de encantadora que el mundo “terrenal”. Las deidades nos propondrán diferentes desafíos que completar para poder ser libres y, además, el mundo etéreo actúa como su propio ecosistema con especies nuevas y recursos que nos harán falta si queremos completar el juego al 100%.
Por ponerle una pega, quizás el endgame se haga muy repetitivo, porque para comprar todos los terrenos y hacer todos los regalos necesitamos de muchos recursos y preparados que solo se realizan completando ciertos minijuegos que puede que den buen resultado o no. Esta parte es la que quizás le lastra más al título por ser más tediosa pero, como digo, si te lo tomas con calma puedes hacerlo sin problemas. De hecho con respecto de su duración, no esperes un juego largo, en unas 20 horas puedes tenerlo completado perfectamente con todos sus logros. Pero es una experiencia tan satisfactoria la de este Gaucho que sentirás que cada minuto ha merecido la pena.
Gratificante. Esa es la conclusión a la que uno llega al terminar de jugar a Gaucho and the Grassland. Una experiencia de una duración bastante aceptable que nos plantea mecánicas de sobra conocidas para los que nos gustan los sandbox pero que resulta lo suficientemente accesible como para que cualquier persona pueda ponerse al mando y disfrutar.
Un título educativo muy relajante, donde aprenderás tanto de mitología como de costumbres latinas mientras paseas por unas tierras muy vistosas ayudando a multitud de habitantes, recolectando recursos, construyendo y preparando ricos platos. Si te lo tomas como esto mismo y no más, descubrirás uno de esos títulos que dices “no sé el qué, pero tiene algo especial”.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por JF Games -
💚 Su ambientación relajante y satisfactoria.
💚 Una gran cantidad de misiones y objetivos que completar.
💚 Multitud de detalles referentes a la cultura latina.
💚 Muy accesible, un juego educativo apto para todo el mundo.
❌ Algún error gráfico puntual.
❌ Un endgame un poco tedioso.
Juan Carlos es clase dual (Programador / Filólogo), antes era solodev y ahora proyecto de divulgador e investigador académico en game studies. Friki a tiempo completo y amante del videojuego de terror en todas sus facetas.