En uno de los Steam Next Fest de este año me encontraba probando algunas demos a las que les tenía echado el ojo. De pronto encontré un juego que nada más por la portada me llamó la atención: una paleta de colores de rojos y negros, un personaje diseñado como una mezcla bizarra entre el Penitente de Blasphemous y Chainsaw Man, portando a la vez un espadón y un rifle. ¿Cómo no iba a probarlo? No voy a hacer el bait de “lo que pasó después te sorprenderá” pero… lo que pasó después me sorprendió.
KILL KNIGHT, desarrollado y distribuido por PlaySide, nos presenta un twin-stick shooter arcade de corte clásico, con vista isométrica, toneladas de enemigos, música machacona y mil cosas por hacer. ¡Ah! Y difícil, MUY difícil.
El argumento del juego (como si lo necesitara) es el siguiente: Somos el cadáver de un caballero traicionado y condenado al tormento eterno, gracias a nuestra armadura reanimada podemos repetir el ciclo de muerte cuantas veces queramos con el objetivo de encontrar y asesinar al último Ángel.
La verdad es que podría parar de escribir ahora mismo y el juego ya se vende solo utilizando estas premisas, pero evidentemente vayamos más allá. ¿Qué ofrece KILL KNIGHT?
Al comenzar el juego y tras la cinemática inicial aparecemos en un menú en el que directamente nos mandan a hacer el tutorial. Muy necesario si queremos saber de qué va todo esto, porque KILL KNIGHT no solo es extremadamente difícil, sino que además es muy complejo.
Literalmente cada botón del mando tiene una función: podemos disparar, atacar con la espada, esquivar, bloquear, cargar ataques especiales, encantamientos, recargas… pero es que, además, tenemos mecánicas de recargas activas al estilo Gears of War, podemos hacer parrys, contrataques, activar un tiempo bala, y así varias cosas más. Incluso la munición y la recuperación de salud tienen su mecánica asociada, tanto es así que no podrás obtener munición si no atacas con la espada, o salud si no usas el ataque cargado.
A todo esto hay que sumarle dos elementos: un escenario que va cambiando durante la partida y se va llenando de trampas mortales, y una cantidad apabullante de enemigos contra los que enfrentarnos. Los enemigos, por si fuera poco, presentan patrones y características distintivas, los hay que atacan cuerpo a cuerpo, a distancia, acorazados, rápidos, etc. Además a algunos de ellos (como los acorazados) es recomendable eliminarlos con una mecánica concreta si queremos acabar con ellos rápido.
Tanta cantidad de información puede resultar abrumadora, y de hecho lo es, y lo peor de todo es que no existe una progresión dentro del juego donde vayamos desbloqueando progresivamente todas las mecánicas del caballero ni los enemigos van apareciendo conforme vamos superando zonas. Desde la primera partida debemos estar atentos a los enemigos, el escenario, la recarga activa del arma, el disparo, la espada… todo a la vez. Aquí es donde radica el principal defecto de KILL KNIGHT: el tener una curva de aprendizaje extremadamente pronunciada desde el principio, algo que puede tirar para atrás a muchos.
A estas alturas estarás pensando “bueno, pero tendrás una tienda de mejoras para volverte más poderoso y facilitar las runs” y sí, esa tienda existe, pero también tiene sus particularidades: Los equipables y mejoras solo estarán disponibles para su compra si vamos superando retos (matar 500 enemigos, contraatacar 100 veces, etc.) así que no esperéis mejoraros en las primeras horas.
En cuestiones de rendimiento el juego cumple a la perfección, corre de forma fluida independientemente de la cantidad de elementos que haya en pantalla. Se nota que los desarrolladores, conscientes de la cantidad de cosas por segundo que suceden en pantalla y en nuestros mandos, han realizado un gran esfuerzo por optimizar al máximo su juego.
No os voy a mentir, el juego me ha encantado, pero la complejidad y dificultad tan extremas ha hecho que me costase mucho hacer “clic” y empezar a realizar progresos de verdad. Cuando hago un par de runs completas tengo que tomarme un descanso mental durante unos minutos y volver adentro. Porque, eso sí, una vez que has entrado en su propuesta y comienzas a dominar el sistema, créeme que ya no hay vuelta atrás: Estas atrapado por el que posiblemente sea el twin-stick shooter arcade más difícil de los últimos años.
Un juego arcade extremadamente difícil y complejo, con una cantidad de mecánicas activas y enemigos simultáneos que puede abrumar incluso a los jugadores más experimentados. Pero que si consigues entrar en su propuesta te atrapará como pocos juegos consiguen hacerlo.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por PlaySide -
💚 Artísticamente impecable.
💚 Divertido, frenético y con una gran cantidad de opciones para afrontar los combates.
💚 Técnicamente perfecto, corre fluido incluso con equipos mas modestos.
❌ Curva inicial de aprendizaje extremadamente elevada.
❌ Sistema de progresión lento.
Juan Carlos es clase dual (Programador / Filólogo), antes era solodev y ahora proyecto de divulgador e investigador académico en game studies. Friki a tiempo completo y amante del videojuego de terror en todas sus facetas.