Esquiar es fácil: te colocas las gafas de sol polarizadas, te abrigas hasta los topes, te equilibras sobre tus tablas, pulsas el botón RT para impulsarte y te agachas con la A para ganar velocidad en los descensos.
No, yo no he hecho esquí nunca, pero Lonely Mountains: Snow Riders hace parecer fácil lo difícil. Después de atreverse con la bici de montaña en Lonely Mountains: Downhill, Megagon Industries ha firmado una secuela que brilla como el sol en una pista de nieve… supongo.
La primera vez que encendí Lonely Mountains no sabía qué esperar. No había jugado a Downhill, así que en mi mente, mientras se instalaba el juego, esperaba algo como los juegos de la serie Trials pero con esquíes en vez de motocicletas. Nada más lejos. Lo que me encontré es un juego dedicado casi en exclusiva al disfrute de un descenso de montaña que, si bien se pone frenético en algunos momentos, busca transmitir un ambiente agradable y trazar circuitos intrincados por las pistas de las cuatro montañas que nos proponen explorar.
Aunque tiene modo multijugador, en este reseña me ciño al modo individual. Tenemos dos modalidades, Solo y Zen. La diferencia entre las dos es que en la primera tendremos crono y objetivos específicos, mientras que en la segunda podremos explorar las pistas al ritmo que nosotros nos marquemos.
La propuesta de este Lonely Mountains es sencilla de explicar: tenemos un tramo de montaña que descender en un tiempo límite. Para ello contamos con nuestros esquíes y unos cuantos trucos chulos bajo la manga.
El control es finísimo. La suavidad con la que el juego registra nuestros movimientos es muy agradable. La cámara nos va acompañando a una distancia que es la justa para que tengamos un paisaje precioso en pantalla todo el tiempo pero no perdamos el foco del movimiento. A veces, es cierto, la inclinación de la cámara no es la mejor, y echo de menos la opción de configurarla a mi gusto, pero eso no desmerece el conjunto.
Podemos hacer varias cosas para optimizar nuestra ruta: agacharnos para ganar velocidad a cambio de ser menos estables y perder capacidad de giro, tomar saltos arriesgados que nos permitan atajar una zona de curvas, o deslizarnos por encima de hielos que no permiten que giremos al personaje pero que mantienen la velocidad con la que entramos a ellos. Todo al servicio de una jugabilidad que, en sus mejores momentos, recuerda a un estilo arcade de repetir y refinar hasta que estamos contentos con el tiempo que debemos batir.
Estrellarse en este juego es fácil, pero el ritmo del juego no se ve apenas influido por esto. El reinicio es rápido y esto es lo que nos ayuda a picarnos y a seguir intentando mejorar los tiempos. Los tramos oscilan entre los 10 y los 20 segundos, según lo complejos que se pongan y lo que haga falta tirar de frenadas. No he mencionado mucho el aspecto de los trucos y las acrobacias, pero el juego nos permite agarrarnos a la tabla, hacer giros en el aire y modificar un poco nuestro ángulo en los saltos, algo importante para definir cómo aterrizamos en la pista.
Cada montaña presenta cuatro circuitos con dos modalidades cada uno: pista azul y pista negra, bastante más complicada. En los circuitos se nos plantea un reto curioso y opcional que me ha gustado bastante: encontrar los puntos de descanso, en inglés “resting spots”. Son pequeños rincones apartados del circuito donde podremos descansar un poquito mientras miramos el paisaje montañoso.
Megagon Industries venía de firmar un juego de bicicleta de montaña que, sin hacer mucho ruido, ha creado un consistente grupo de seguidores. Ahora con Snow Riders amplían sus vistas a un esquí técnico, de ensayo y error, con el que pasar unos buenos ratos disfrutando un paisaje montañoso entre el low poly y una estética que a ratos recuerda a las típicas bolas de cristal con nieve. El apartado sonoro es parco pero lustroso, y no hay nada más agradable en Snow Riders que cumplir un buen tramo mientras escuchamos el deslizar de los esquíes por la nieve fina. Un trabajo brillante del que espero ya con ansia una tercera entrega.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Future Friends Games -
💚 El diseño de los circuitos tiene mil detalles por descubrir y mucho margen de exploración para mejorar tiempos.
💚 Vale, es un juego de esquiar, pero cada circuito parece un micromundo de diseño. En un mapa destacan las cuevas, en otro los descensos, en otro el juego técnico con las tablas.
💚 El apartado artístico es una delicia.
❌ La cámara a veces te puede jugar malas pasadas.
José María es docente de profesión, jugón desde pequeñito y bocazas ocasional. Juega juegos de naves por voluntad propia y explica su historia en Defensores de la Galaxia. También habla sobre videojuegos independientes en su twitch semanal Indieseables.