- Una aventura con claros y oscuros -

Caminar en la noche y perderse en las calles de una ciudad tiene un aire místico, el silencio solo roto por el sonido de los pasos, el brillo de las luces de las farolas reflejado en el suelo, y la oscuridad, eterna oscuridad, que oculta todo a nuestros ojos. 

Siempre he sentido una atracción irracional por los futuros distópicos de ciencia ficción que aúnan tecnología y un bajo nivel de vida, ciberpunk que le llamamos ahora. Dentro de estos universos llenos de corrupción, megacorporaciones, inteligencias artificiales, hackers y mucha acción se viven historias únicas y trepidantes como los clásicos cinematográficos de culto Blade Runner o Matrix, o una de las sagas de videojuegos que más me impresionó, Deus Ex. Así que cuando tuve la suerte de ver por primera vez en directo y probar la demo de Neon Blood hace dos años, mis expectativas no pararon de crecer hasta su lanzamiento el pasado 26 de noviembre de la mano de Meridiem Games. Por cierto la edición física es espectacular. 

El título desarrollado por ChaoticBrain Studios me recordaba estéticamente al gran ANNO: Mutationem y llamó poderosamente mi atención. Era un juego en desarrollo y que todavía tenía trabajo por delante, pero tras terminar su demostración me quedé con la sensación de que tenían un gran proyecto entre manos. Pese a tener un combate simple, el cual acababan de implementar, su idea tenía un potencial enorme, con una historia inmersiva, una jugabilidad interesante y un arte espectacular, algo que sin duda les llevaría a crear una obra magnífica.

Ahora, tras terminarlo, tengo sensaciones encontradas, la opera prima de un pequeño estudio compuesto por tres personas está bien y cumple, pero creo que podía haber llegado a rozar la gloria de ser recordada dentro de mucho tiempo, cuando las calles oscuras iluminadas con neones sea lo único que quede en la oscura noche.

UN mundo de implantes, drogas y megacorporaciones

El mundo en un futuro cercano, el del año 2053, nos muestra un futuro distópico en que la civilización humana se ha reducido, tras una cruenta guerra, a Viridis, una mega-ciudad dividida en dos zonas, Blind City y Bright City. La primera es un lugar oscuro y peligroso, donde una droga llamada Spark domina las calles y sobrevivir es casi un milagro, la segunda, Bright City, es un lugar lleno de lujo donde los ricos y las personas más poderosas hacen y deshacen a sus anchas. Este mundo creado por ChaoticBrain Studios tiene una ambientación totalmente adictiva e inmersiva y es el telón de fondo perfecto para dar forma a la narrativa de Neon Blood.

El argumento nos pone en la piel e implantes cibernéticos de Axel McCoin un detective de la policía adicto al Spark y con problemas de memoria que en el curso de una investigación se ve envuelto en medio de una conspiración por el poder y el control de toda la población. En su batalla por la verdad deberá visitar los lugares más peligrosos y ganar aliados en su lucha contra las megacorporaciones, la corrupción policial, los capos de la droga y todo lo que se ponga en su paso.

La trama de Neon Blood quizás peque de ser un poco previsible, pero el trasfondo de la historia, la profundidad de los personajes o el dolor que muestra la sociedad hace que la narrativa se sienta real y convincente, creando un escenario ideal para el desarrollo de la aventura. Me encanta Viridis, espero que el estudio aproveche este material para seguir creando juegos en este universo ciberpunk. 

Una aventura de exploración lineal

Neon Blood es una aventura en donde deberemos ir cumpliendo una serie de misiones para que avance la historia. Para lograr con éxito los objetivos que nos marquen en ocasiones deberemos mantener diálogos con los diferentes PNJ, otras veces investigaremos el escenario con nuestros recursos de detective y cuando la situación lo requiera, tendremos que liarnos a golpes en un sistema de combate por turnos. 

Si esperas una aventura gráfica en este título, no es lo que estás buscando, aquí se da importancia a usar los dones de investigación de Axel, que incluyen avances cibernéticos que permiten encontrar pistas ocultas, restos de fluidos, ADN... y que es una de las mecánicas que mejor funcionan en el juego. Revisar un escenario para resolver la escena de un crimen, encontrar a un sospechoso huido o seguir una pista es gratificante y divertido para el jugador, me hubiera encantado que hubiesen centrado más la jugabilidad en este punto porque funciona a la perfección.

Por otro lado, pese a tener un mundo relativamente abierto, la sensación que le deja a uno Neon Blood, es que son pequeños escenarios en los que iremos avanzando de forma lineal y donde nos obligarán a dar muchas vueltas para alargar de forma artificial la corta duración del título. Por ejemplo en las alcantarillas tendremos que ir de un extremo al otro de manera repetitiva para ir activando unas palancas en el orden adecuado y que se abra una puerta. Este tipo de situaciones hacen que algunas escenas puedan ser aburridas para el jugador que simplemente verá a Axel corriendo de un lado para el otro.

Un combate simple y mal implementado

El principal y mayor problema que presenta la jugabilidad de Neon Blood es el sistema de combate por turnos. Unos enfrentamientos simples, con pocas opciones, y que te dejan la sensación de que el juego sería mejor sin ellos. Durante la demo que pude probar estaban experimentando con llevar un grupo de personajes con distintas habilidades y querían darle profundidad a las batallas con poderes, más opciones... pero el resultado final es excesivamente simple. Quizás el mayor problema es que no es divertido y puede volverse repetitivo tras un par de enfrentamientos. Una verdadera pena.

Por romper una lanza a favor del trabajo del estudio, tras algunos de estos combates se produce una secuencia de Quick Time Event (QTE) donde deberemos pulsar las teclas en una secuencia y orden determinados produciéndose una magnífica y sangrienta, pequeña obra de arte que funciona de maravilla. Me hubiese encantado tener menos combates por turnos y más escenas de estas, creo que el título hubiese ganado muchos puntos en su gameplay.

Música y gráficos de 10

En el apartado que Neon Blood demuestra gran músculo es en el visual, sus escenas de animación son impresionantes y el pixel art mezclado con entornos muy detallados en 3D es magnífico, sin duda es un título que entra por los ojos. El diseño de escenarios y personajes con continuas referencias a otros juegos indies españoles e incluso a personas que han apoyado el proyecto es muy detallado y revela el buen hacer de sus creadores. El estilo retro pixelado de los personajes está cuidado al máximo, todos derrochan belleza y buen gusto, y les dota de personalidad y mucho carácter.  Gráficamente, Neon Blood alcanza un nivel sobresaliente.

El estudio de composición de música para cine y videojuegos, Wild Cat Records, es el responsable de la espectacular banda sonora de Neon Blood. Sus melodías acompañan a los pasos de nuestro protagonista por las oscuras calles de Viridis a la perfección, suenan a futuro distópico, son ciencia ficción de la buena, el trabajo musical es impecable. 

Conclusión.

Neon Blood es una aventura de exploración con una historia y ambientación brillantes, con un apartado artístico sobresaliente, pero que falla en puntos importantes de su jugabilidad como el combate repetitivo y simple o el exceso de vueltas por los escenarios. No me malinterpretes, no es un mal juego ni mucho menos, está bien, pero me siento decepcionado porque la opera prima de ChaoticBrain Studios tenía el material, las ideas y los mimbres necesarios para crear una obra de culto, y se ha quedado en un título que "se perderá en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Hora de morir."

- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Meriediem Games -