Cuando jugué a principios de este año a The Zebra-Man! no podía imaginar que no iba a ser la cosa más bizarra a la que le iba a poner mis manos este 2025. Era frenético, gore, lleno de un humor sarcástico y salvaje y una absoluta ida de olla. Pero hace unas semanas, tras muchos años de desarrollo, por fin veía la luz en consolas de Nintendo y ordenador, NetherWorld, una oda a lo obsceno, una travesía llena de estupefacientes y sexo donde los límites quedan apartados a un lado y la locura campa a sus anchas.
No os voy a decir que la propuesta me pille por sorpresa, ya que vengo siguiendo el proyecto de Hungry Pixel Games desde hace cuatro años, pero sí que me ha dejado ojiplático en más de una ocasión, me ha hecho reír a carcajadas demasiadas veces, y otras tantas he pensado: "¿No serán capaces de...?" y si, han sido capaces de hacerlo. NetherWorld es brutalmente arriesgado y osadamente descarado, ¿Una genialidad o algo de mal gusto? Supongo que depende del ojo del jugador, pero a mi me ha ganado desde la primera pantalla de carga, y ya no hay vuelta atrás. Ver a un mago cocainómano meterse una raya no es apto para todos los públicos, pero la película Trainspotting de Danny Boyle tampoco y es una obra de culto. Cuestión de gustos, no sé donde poner la raya que separa lo legal o lo moral de este juego, pero en realidad da igual porque vendrá el mago y se la esnifará. ¡Bienvenido a NetherWorld!
Jugar a NetherWorld te marca, no de una manera profunda sino más bien como una huella en un charco de barro un día de lluvia, digamos que te pringa el alma y una vez que lo juegas ya no volverás a ser el mismo, o si, pero lo recordarás con cariño y nostalgia. La historia es la típica que le puede pasar a cualquiera, a mi no, pero conozco a muchos que sí, bueno no a tantos, pero seguro que a ti se te va un fin de semana de las manos y acabas igual que nuestro protagonista Medo. Pero volvamos a la trama, Medo es una medusa que pasa las horas empapado en alcohol y viendo la televisión mientras la vida pasa por su lado sin pararse a mirarlo. Un buen día su mujer, hastiada de un matrimonio fallido, decide abandonar el hogar conyugal y hacer su vida.
Nuestra intrépida medusa alcohólica entonces decide con determinación hacer lo que mejor se le da: ir al bar más cercano a zambullirse en litros de alcohol para olvidar las penas. Pero entonces hace aparición en escena un peculiar trío entre los que destaca un mago adicto a la cocaína, y la fiesta se les va totalmente de las manos, dando lugar a un inolvidable viaje de perversión, drogas, sexo, ancianos pervertidos, locos, prostitutas y todo un carrusel de personajes y calamidades, a cada cual más pintorescos.
Entre la profundidad literaria de NetherWorld podrás disfrutar de escenas donde defenderse de una marabunta de machos que piensan que eres una hembra y quieren darte "lo tuyo y lo de tu prima", manifestaciones para el reparto justo de drogas, macabras ejecuciones, prisiones con compañeros de celda lascivos y todo tipo de irreverentes situaciones llenas de humor acido y que aunque a mí me ha encantado, sin duda no es para todos los públicos.
Un mundo decadente repleto de personajes inolvidables
NetherWorld nos propone una aventura en 2D de desplazamiento lateral donde la jugabilidad se asienta sobre ir explorando el escenario en busca de objetos, hablar con los distintos y variados PNJ, e ir cumpliendo misiones para que la trama avance. Pero por el camino de nuestras correrías deberemos resolver pequeños entuertos, enfrentarnos a poderosos jefes finales en combates a muerte, superar minijuegos de varios tipos, y sobre todo divertirnos. ¿Puede ser más divertido algo que ponernos en el papel de una medusa y recorrer un mundo hostil y perturbado en búsqueda de nuestra querida esposa?
La parte de acción tiene una medida pequeña pero muy gratificante, solo nos enfrentaremos de vez en cuando a jefes finales en desafiantes luchas, pero una de las cosas que mejor hacen en Hungry Pixel es el diseño único de cada uno de ellos dándole gran diversión a cada combate. Lo mismo tenemos un enfrentamiento directo donde debemos esquivar al enemigo y dispararle en el momento exacto, como nos persigue una criatura enorme por el desierto, hay otros que requieren usar objetos del escenario para vencerlos e incluso tenemos luchas mientras caemos al vacío, montamos a caballo o vamos en globo. Me ha encantado como engranan las mecánicas de cada uno de los duelos y que muchos de ellos se resuelvan con el ingenio y la mente antes que con el arma.
De vez en cuando tendrás que enfrentarte a poderosos enemigos
Uno de los detalles que nos hablan del cuidado y mimo del estudio por su opera prima, es la cantidad de minijuegos que encontraremos en NetherWorld, desde duelos por emborracharse más rápido, a escenas de sexo, combates de disparos o incluso explorar un garrapatero manejando a nuestra garrapata amaestrada Joe. Los dos primeros son pequeños juegos donde debemos superar pruebas tipo Quick Time Event para ponernos hasta arriba de chupitos y vodka o para demostrar nuestras habilidades en el lecho. Da igual acostarse con la vecina, una señora mayor que nos hace pasteles riquísimos o con una prostituta de alto standing, lo importante es pulsar la tecla exacta en el momento preciso (guiño, guiño).
Los combates de disparos son duelos al más estilo lejano Oeste, donde deberemos pulsar lo más rápido posible en la zona de la diana antes que nuestro rival si queremos volver ver un nuevo amanecer. El último tipo de juego nos propone ser una garrapata y explorar una serie de estancias del garrapatero (creadas de forma procedimental) eliminando a todo bicho viviente que se cruce por nuestro camino hasta llegar a la meta final.
Este tipo de pequeños juegos dentro de NetherWorld le aportan frescura en determinados momentos y son divertidos de completar, y por norma general no muy complicados. Aunque empiezan siendo emocionantes y se disfrutan bastante, que con el progresar de la aventura pueden llegar a ser repetitivos y cansarte por romper el ritmo de la aventura o por sentir que estás haciendo todo el rato lo mismo. No es que estén mal, pero si hubiese un poco más de variedad el jugador lo habría agradecido.
¡Medo en plena acción! 🔞
¿Se puede hacer unos gráficos que a la vez sean turbios y bonitos? Se puede, y así lo demuestra cada diseño en NetherWorld. Un mundo que derrocha imaginación y buen hacer con escenarios y lugares insólitos, personajes y enemigos carismáticos y llenos de personalidad, y un pixel art con un estilo muy trabajado y bello. Al apartado visual se le une una banda sonora chiptunera y una galería de efectos que le van como anillo al "Medo" y que logran crear una ambientación genial, la de un mundo distópico, extraño, bizarro, horrible, pero muy entrañable e inolvidable.
Artísticamente es oscuro, original y está lleno de detalles
NetherWorld es un viaje cargado hasta las trancas de sustancias psicotrópicas, una experiencia no apta para todos los públicos, pero que tampoco lo pretende. Es un título gamberro, sucio y provocador que se revuelca a gusto en lo grotesco y en la transgresión de lo socialmente aceptable. Pero, al mismo tiempo, es una pequeña joya de autor: valiente, sincera y con una personalidad desbordante.
Una comedia en clave de pixel art que, a base de humor ácido, disparos, vómitos y polvos, hará reír a los más atrevidos.
Si buscas algo bizarro, si no te asusta lo salvaje, o si te apetece perderte en un mundo turbio, decadente y fascinante... Medo y su viaje a la más absoluta locura te esperan con los tentáculos abiertos y una copa de vodka en la mano.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Selecta Play -
💚 El humor acido te hará reir mucho.
💚 El loco mundo de NetherWorld y sus personajes.
💚 La propuesta arriesgada y original funciona de maravilla.
💚 Tiene combates desafiantes y ben diseñados.
💚 El apartado artístico es un "viaje".
❌ Los minijuegos pueden ser repetitivos.
❌ No es para todos los públicos.
Director Retro & Pixel Press 📰
Podcaster en NESbuscando en la Basura, El Indiario, DeVCast y A Link To The Podcast 🎙️
Redactor en DeVuego 📝