Durante el mes de mayo de 2024, tuvimos una cantidad abrumadora de videojuegos, además de altísima calidad. Solo en la escena independiente se lanzaron al mercado nombres tan poderosos como Lorelei and the Laser Eyes, Indika, Crow Country o Animal Well, de los cuales muchos se están reivindicando en muchas listas que repasan lo mejor que nos ha dejado este año. Todos y cada uno de los mencionados son grandes juegos, pero me sorprende hasta cierto punto cuan desapercibido ha pasado el videojuego del estudio chino RedCandleGames. Nine Sols es, sin ninguna duda una de las mejores propuestas de acción del año y no me tiembla la mano al escribir dicha afirmación.
Estamos muy acostumbrados a ideas, conceptos y nombres de las diferentes mitologías europeas como pueden ser la nórdica, romana, griega o incluso viajando al lejano oriente ¿Cuántos de nosotros estamos familiarizados con las leyendas y deidades del país del sol naciente, Japón? Nine Sols construye su propuesta en base a la mitología, creencias y cultura chinas en lo que sus creadores han visto oportuno llamar un mundo "Tao-Punk".
Controlamos a Yi, un Fangshi que busca venganza al vivir una experiencia cercana a la muerte traicionado por los Sols, sus nueve antiguos camaradas considerados deidades en el mundo donde transcurre la trama.
Me vais a permitir el atrevimiento de no hablar mucho más de la historia que nos propone el videojuego. "¿Por qué?" quizá algunos os estéis preguntando lícitamente. Para responder simplemente diré que, de esta forma mi experiencia personal mejoró significativamente. Ha pasado un tiempo desde su lanzamiento, apenas recordaba tráileres o imágenes del videojuego y lo que encontré al empezar fue un giro de guion antes de llegar a los 10 minutos que me dejó con la boca abierta, atrapándome por completo durante el resto del camino que me esperaba por delante.
¿Os habéis quedado pensando en, qué es un Fangshi? Según la mitología china eran en tiempos antiguos eruditos que se dedicaban al estudio de las ciencias, la medicina e incluso artes espirituales. A esto me refería con el desconocimiento que tenemos de la cultura china más allá de los mitos y cuentos más populares como El viaje al Oeste o El Romance de los Tres Reinos. Este seguramente no sea el único término "no familiar" del que nos hablarán durante la aventura, por eso antes de dejar atrás el apartado que tiene que ver con la historia, quería dejar una nota animando a qué dediquéis dos minutos cuando corresponda a hacer una pequeña búsqueda de todo aquello que os sea desconocido para poder seguir satisfactoriamente el desarrollo de una historia que vale mucho la pena.
Tanto por sus personajes, todos ellos con un gran trasfondo y muy bien escritos, como por esa lucha entre la religión del taoísmo y la ciencia presente a lo largo de la narración, la historia de Nine Sols no deja indiferente.
Si bien lo que cuenta el videojuego nos deja satisfechos con creces, aquí lo que va a hacer las delicias de los jugadores más exigentes va a ser su jugabilidad. Frenética, fluida, precisa y pulida a partes iguales, Nine Sols apunta a dos referentes muy claros con su propuesta Metroidvania de acción; Hollow Knight para el plataformeo/exploración y Sekiro para su combate. Vamos a entrar en más detalle a diseccionar ambas:
Por la parte en la que mira a Hollow Knight, aunque el juego carece del excelente y extenso diseño del mapa del videojuego desarrollado por el Team Cherry, sí que consigue en la forma de desplazarnos un gamefeel que se acerca mucho al de la aventura del caballero hueco. Salto, doble salto, dash, correr por la pared y volver a empezar; un bucle jugable que se repite constantemente al movernos a toda velocidad por los diferentes escenarios y que no deja de ser divertido y satisfactorio en ningún momento. Como buen metroidvania, las habilidades que obtenemos son las más clásicas conocidas por los habituales al género, en este sentido no hay mucha sorpresa, pero tampoco se echa de menos.
En lo relacionado con el combate hay mucha tela que cortar. Yi, nuestro adorable pero letal zorro vengador, ataca desde un inicio con el típico combo de tres golpes que se va expandiendo ligeramente con un árbol de habilidades no muy extenso (de los que me gustan a mí, bien medido para rellenarlo antes de terminar el juego). Lo más interesante que hace Nine Sols es darle una vuelta de varias capas de profundidad al rechazo o "parry", que lo hace acercarse al juego en el que se inspira y al mismo tiempo ser su propia cosa:
Para empezar, al intentar evitar un golpe con el parry hay dos posibilidades: si conseguimos hacerlo con el timing perfecto no recibimos daño. En caso de adelantarnos al pulsar el botón, durante los segundos que dura la animación, bloqueamos el ataque recibiendo "daño interior". A diferencia del daño directo (el de toda la vida, perdemos salud, no hay más), el daño interior se marca en rojo en nuestra barra de salud y se puede acumular incluso hasta llenar toda la barra, pero sin llegar a morir. Si no recibimos daño, con el tiempo nos acabamos recuperando, pero si el enemigo encaja un golpe todo ese daño interior acumulado desaparecerá pudiendo dejarnos en ocasiones contra las cuerdas en algún combate más exigente.
Por si fuera poco, también existe un parry aéreo (salto + rechazo) que tiene como función evitar ataques en los que el enemigo se llena de un aura verde y más adelante un parry cargado (manteniendo pulsado el botón) con el que podemos rechazar ataques imparables. Aunque puede parecer sencillo, el juego exige seguir nuestro instinto para decidir en pequeñas fracciones de segundo qué movimiento debemos aplicar. De esta forma se produce un baile de espadas, mucho más enfatizado en los jefes, hasta el punto de parecer casi una coreografía que aprender.
Al realizar un rechazo, perfecto o no, indiferentemente ganamos una carga de Qi. Yi aplicará al enemigo mediante un talismán cuantas cargas hayamos podido acumular causando más daño por cada carga (el límite se amplía progresivamente).
Como no podía ser de otra manera, en Nine Sols también tendremos que recuperar los recursos que perdemos al morir, mecánica muy habitual desde ya hace un tiempo en los videojuegos que tienen como referente las obras de FromSoftware. Ya sea derrotando a un enemigo si hemos muerto peleando o llegando al lugar donde hemos dejado un cascarón sin vida al haber sufrido una fatídica caída, sentiremos la tensión de poder perder todo nuestro dinero y una parte importante de los puntos de experiencia si morimos de nuevo en el intento.
En honor a la verdad, Nine Sols es un juego no apto para todos los públicos. Si bien tiene un modo historia que reduce su dificultad, en el concebido como modo estándar o normal su combate es difícil, sobre todo en etapas iniciales y en la recta final. Exige aprendizaje, dominio y te examina en cada uno de los diferentes jefes que vamos enfrentando para determinar si estás listo para seguir adelante. Eso sí, hace las delicias de aquellos jugadores (entre los que me incluyo) a los que les gusta un buen reto y morir de 20 a 30 veces enfrentando un mismo enemigo hasta someterlo.
En su apartado visual, el juego tiene un dibujo a mano precioso y una selección de colores muy variada dependiendo de las diferentes zonas del mapa, muy característica cada una de ellas. Juega a falsear glitches en algunos momentos que, aunque no hacen creer al jugador que haya ningún problema con su plataforma de juego, sí que le da un toque original y muy coherente con su ambientación y su mundo.
La banda sonora me ha ganado especialmente. Aunque sus efectos de sonido sean cumplidores y no destaquen especialmente, la música me ha ganado absolutamente combinando un tono muy ambiental en ocasiones con un misticismo aportado por cantos de coros taoístas. Parte del impacto inicial con ese giro de guion comentado en los primeros párrafos de este análisis también es debido a como golpea su banda sonora.
Siendo totalmente sincero, Nine Sols es un juego que podría haber obviado perfectamente por pasar por debajo del radar más de lo que debería en su momento. Por eso mismo me alegro de haberme lanzado a por él, ya que he terminado topándome con uno de mis juegos favoritos del año, un juego que me ha dejado un importante poso por esa sensación de tener que superarme, vaciar mi mente, agudizar mis sentidos y bailar con la muerte sin miedo a morir.
- Hemos realizado este análisis en Xbox Series X -
💚 Combate altamente exigente y satisfactorio…
💚 Mundo e historia muy bien construidos
💚 Apartado artístico precioso
❌ … No apto para todos los públicos
❌ Usa términos de la mitología china que tendremos que buscar por nuestra cuenta
❌ La traducción al español tiene bastantes fallos
Alex es comunicador con su podcast en solitario CAFÉ con GATO NEGRO - Videojuegos. También se pone al micro en La Taberna del Androide y en DevCast de DeVuego. Su primer recuerdo vital es a los mandos y respira videojuegos desde entonces.