No recuerdo exactamente cuál fue el primer juego de lucha al que jugué en mi tierna infancia, estoy casi seguro de que fue uno de los que venían en el cartucho multijuegos de mi NES clónica. Posiblemente fuese o Tag Team Match: M.U.S.C.L.E. (1985) o Urban Champion (1984). Lo que sí tengo claro es que al que más horas le dediqué fue al Street Fighter II: The World Warrior (1992) de mi amada Super Nintendo, aún tengo el cartucho por ahí. Ponerme a los mandos de Ryu o Guile y repartir leña frente a cualquier oponente de la CPU, pero sobre todo frente a amigos, en torneos que montábamos en casa... ¡Qué tiempos aquellos!
Luego llegarían las obras maestras de SNK a los salones recreativos y llegó el turno de competir al rey de la pista entre los amigos. Éramos adolescentes, e invertíamos monedas y horas cada tarde, sobre todo al maravilloso King of Fighter '98 y al '99. La de diversión que nos dieron los juegos de lucha en aquella época. La llegada de los 3D acabó de golpe con nuestro vicio, no se si por la llegada de las PlayStation y los PCs más potentes a nuestras casas o porque nunca nos gustó esa perspectiva para combatir, sea como fuere, el género tan representativo de los arcades pasó al ostracismo, quedando para un pequeño reducto de fieles al arte del combate.
King of Fighter '98 (SNK - 1998)
Creo que no soy el único que piensa que la época de los 16 y 32 bits fue la época dorada de los juegos de lucha: una jugabilidad precisa, escenarios coloridos, ataques poderosos, personajes originales y únicos... la perfección. Así, en este contexto, el estudio brasileño Statera decidió crear un título de lucha como en aquellos maravillosos años, Pocket Bravery, con una estética y jugabilidad similar a los mejores arcades de SNK pero dándole un aire divertido con bonitos personajes caricaturescos. El 31 de agosto de 2023, gracias a la editora PQube llegaron a PC a través de Steam, ahora, casi dos años más tarde lo hacen a consolas.
Muchos modos de juego, personajes variados, violencia pixelada... el título entra por los ojos y nos lleva de un golpe de nostalgia a los salones recreativos de finales de los noventa del pasado siglo.
El modo historia de Pocket Bravery es un sorprendente y completo viaje por la aventura de uno de los personajes principales, Nuno Alves. Todo empieza en prisión, lugar donde ha acabado sus días por pertenecer a la banda criminal Matilha, allí conocerá a su mentor y empezará la travesía a su redención para conseguir el perdón por sus crueles actos y, ya de paso, vengarse de toda la organización a la que pertenecía, sobre todo de su líder Hector Silva.
El lore interno de Pocket Bravery es profundo y tiene mucho contenido, algo que llama la atención en un juego de lucha, y que le dota de mucho carácter. Cada uno de sus doce personajes tiene una intrahistoria particular y la iremos conociendo a medida que avanza la trama de la línea principal de Nuno. Un guion que parece sacado de una película de acción noventera con agentes, agrupaciones secretas, maestros de las artes marciales, pandilleros... un elenco genial y bien elegido para disfrutar.
Un guion de peli de acción con bandas, corrupción y violencia
Elegir un personaje, en mi caso opté por Kimberly Moore que tenía pinta de tía dura y competente, y repartir estopa por todo el mundo, es algo que siempre me ha encantado desde Street Fighter II, y en Pocket Bravery no iba a ser menos. Brasil, Portugal, EEUU... los escenarios, muchos de ellos emblemáticos, como las calles de la ría de Porto o una azotea de Nueva York, son el lugar ideal para combatir frente a otro luchador. Ir derrotando a todos hasta acabar con el jefe final -un tipo duro de pelar- es sumamente satisfactorio. Un modo que debería estar en todo juego de lucha, acción directa, combatir, vencer, y vuelta a empezar.
Después probé a otros personajes, pero no ha sido lo mismo, amor a primera vista con Kimberly. Y es que la estadounidense es una agente de la CIA entrenada y que se desenvuelve a la perfección en el combate. Rápida y letal. El resto de personajes tienen sus propias características de fuerza, velocidad... y movimientos especiales. Dominarlos a todos no es tarea fácil, solo apta para los mejores en estas lides.
Vence a todos tus oponentes si quieres alzarte con la victoria
Siempre fue mi modo favorito, luchar contra otra persona, sobre todo si está a tu lado en la misma habitación o compartiendo los mandos en la máquina, tiene algo especial. Ese pacto de honorabilidad que se crea entre los contendientes, aunque siempre hay alguno que trata de romperlo haciendo jugadas de dudosa moralidad, pero que le aportan igualmente un punto especial a la diversión. ¡Jugar a dobles siempre fue mejor!
El caso es que en Pocket Bravery puedes jugar a dobles contra un amigo en tu propio equipo, pero si te pasa como a mi, que no tienes contra quien jugar en casa, siempre puedes usar el modo online y batirte el cobre contra un jugador que puede estar en el otro lado del globo, ¡Cómo en el propio juego! No es la misma sensación que cuando estás frente a frente pero sigue siendo muy divertido y se agradece mucho que lo incluya.
Asestar el último golpe te llena de satisfacción
La jugabilidad de Pocket Bravery es lo de siempre en estos juegos de lucha, dos combatientes que tienen que golpearse hasta que solo quede uno en pie. No es nada nuevo, pero siempre ha funcionado bien, y es mejor dejarlo así. Una de las cosas que menos me ha gustado de este título son la forma en que se realizan los movimientos especiales y combos, quizás es mi falta de practica desde hace años, a lo mejor es que yo uso un mando antiguo para estos juegos, pero realizar las "magias" me ha parecido complejo en exceso. Las combinaciones de giros y botones que hay que pulsar para ver una bola de fuego o un puñetazo especial se me hacen muy poco adaptativas, hasta el punto de que me he pasado el juego en varias ocasiones a base de patadas y puñetazos, sin usarlos. Una lástima, porque gran parte de la diversión en estos juegos reside en poder hacer golpes espectaculares y defenderse o esquivar ataques potentes haciendo gala de reflejos y habilidad. Dominar el combate en Pocket Bravery es una lucha demasiado desafiante.
Otro de los puntos negativos que he encontrado es su dificultad mal medida, hasta en el nivel más sencillo del modo historia los rivales son muy desafiantes, incluso frustrantes, y parece que solo es posible derrotarlos haciendo exactamente lo que se espera de nosotros, sin dejar espacio a la libertad del jugador.
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Gráficamente el apartado artístico de Pocket Bravery es deslumbrante, con un pixel art descomunal que se luce en la fluidez y vistosidad con la que se ven las animaciones. Cada escenario recrea un lugar con gran cantidad de detalles y fondos bellos, son el contexto perfecto para la lucha callejera. Además, los personajes tienen un aire cozy que les sienta genial y que me recuerda a los sprites del clásico Super Puzzle Fighter II de Capcom (1996).
Super Puzzle Fighter II (Capcom - 1996)
Una ambientación sobresaliente, que se ve engrandecida por la banda sonora original de Pocket Bravery con más de 30 temas de chiptune que suena a Rock & Roll y que le aporta frenetismo y activa los generadores de adrenalina del cuerpo. Los efectos de sonido le van a la zaga y acompañan los movimientos y golpes de manera acertada. ¡Qué sensación tan inmersiva!
Los combos y ataques especiales brillan en las animaciones
Pocket Bravery es un notable título de lucha con gran cantidad de modalidades de juego que permitirán disfrutar a todo tipo de jugadores. Su historia y personajes le impregnan de un sello de originalidad y mucho carácter, su apartado artístico es sumamente sublime, tanto en su pixel art como en su sonido. Es en su jugabilidad en donde residen sus únicos fallos, con unos movimientos demasiado complejos y una curva de dificultad mal ajustada, que te sacan del punto óptimo de diversión con algunos momentos de frustración. Errores que no hacen que sea un mal juego pero que te dejan con la amarga sensación de que podía haber sido una obra maestra del género de la lucha.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por PQube -
💚 Su profunda trama y sus personajes le dotan de mucho carácter.
💚 Variedad de opciones de juego: Arcade, PvP, PvP, Online, Historia y Modos extra.
💚 Su apartado artístico pixelado le sienta muy bien.
💚 Sabe utilizar el componente nostálgico para atraer al jugador de la vieja escuela.
💚 La banda sonora es adrenalina pura.
❌ La realización de movimientos especiales y combos se siente compleja.
❌ La dificultad está desbalanceada.
Director Retro & Pixel Press 📰
Podcaster en NESbuscando en la Basura, El Indiario, DeVCast y A Link To The Podcast 🎙️
Redactor en DeVuego 📝