- Una precuela con sabor a magia -

Hace 30 años ya llegó a mi casa un ordenador para actualizar el Olivetti PC1 que acumulaba polvo en un rincón, no recuerdo el modelo exacto pero era uno de esos clónicos de Pentium. Recuerdo aquellos días con nitidez porque fue el periodo en el que estuve jugando las aventuras gráficas que habían estado saliendo desde principios de los 90 y que en mi antiguo equipo no funcionaban. Desde Monkey Island 2 a Day of the Tentacle pasando por Larry, The Legend of Kyrandia o el divertido Mundodisco, menudo puñado de horas de hacer clic por la pantalla, atascarme y buscar soluciones disparatadas. Aquel 1995 fue un momento de inflexión en mi vida como jugador, una etapa de la que guardo recuerdos de historias increíbles y que siempre atesoraré.

Entre aquellas aventuras tipo Point & Click tengo especial devoción por una saga protagonizada por un mago adolescente un poco panoli, pero que con sus salidas de tono y locuras varias me hacía reír a carcajadas. No es otro que Simon The Sorcerer, un título desarrollado por Adventure Soft que vio la luz en 1993 y cuya secuela Simon The Sorcerer 2 - El León, el Mago y el Armario también devoré con ahínco. Los recuerdo duros pero sumamente divertidos, hay algún puzle que por su disparatada resolución quedó grabado en mi memoria para siempre, todavía tengo pesadillas con ellos. ¡Qué grandes clásicos!

Por eso cuando hace un par de años vi que estaban trabajando en una precuela llamada Simon the Sorcerer Origins no dudé ni un segundo de que terminaría jugándola. Así que dicho y hecho, porque el pasado 27 de octubre los desarrolladores italianos Smallthing Studios, de la mano de ININ Games, lanzaron para PC y consolas el título y yo he tenido la suerte de poder jugarlo. ¿Estará a la altura de mis expectativas? ¿Dará lo que quieren los fans de la saga? ¿Gustará a los jugadores nuevos que se aventuren en este mundo mágico? Es hora de sacar la varita y hacer un poco de magia y así quizás podamos responder a estas preguntas. 

El principio de todo

Volvamos al principio, al origen de todo, básicamente eso es lo que propone Simon the Sorcerer Origins, un retorno al comienzo de la saga. Como precuela, esta nueva entrega nos sitúa en los días previos al primer Simon the Sorcerer, momento en el que nuestro protagonista se encuentra realizando una mudanza con su familia. Mientras explora su nuevo hogar es arrastrado a un mundo de fantasía repleto de personajes entrañables, y un poco locos, que servirá de primera aventura de nuestro joven Simon y que explicará muchos detalles de su historia. 

Si algo está claro es que los desarrolladores son fervientes seguidores de la obra original de Adventure Soft, ya que el número de referencias y detalles que sirven de guiño y homenaje es altísimo. Diálogos, personajes, objetos... muchísimas cosas te recordarán a los juegos clásicos. Incluso el tipo de humor que destilaba los primeros Simon está latente en este título. Quizás en algún momento se pasan y alguno de los chistes se siente forzado, pero en la mayoría de ocasiones te sacarán una sonrisa o dos. 

La narrativa entretiene al jugador y está bien hilada, pero en ocasiones se siente simple, muy previsible. Son las típicas cosas que esperas que pasen, no sorprenden en ningún momento. Pese a ello el sentido del humor absurdo y los personajes hilarantes consiguen que no se pierda el interés y que se quiera conocer el desenlace, aunque si has jugado a la primera parte ya lo sabrás. 

Una aventura point & click clásica...

En el apartado jugable Simon the Sorcerer Origins es una aventura gráfica muy típica, de la de apuntar por la pantalla y hacer clic, hablar con todos los PNJ, recoger los objetos que encontremos y meterlos en nuestro gorro mágico, que hace la función de inventario, y resolver puzles. Vamos, que es lo que uno espera cuando va a jugar a un título de este género. 

Explorar bellos escenarios de fantasía tiene su punto, te entretienes observando cada detalle, buscando objetos y pensando cual es el siguiente paso que dar. Es parte del ritual hasta que se te enciende la bombilla y das con la solución del rompecabezas. Unos puzles que recuerdan a los de los 90 por sus disparatadas soluciones, pero que no me han parecido excesivamente complejos. Lo que sí que me ha hastiado es la lentitud de nuestro querido protagonista, es que es muy lento andando, demasiado, tanto es así que le han puesto modo correr si le das doble clic, pero aún así sigue yendo despacio, es como si corriese a cámara lenta. Y el problema es que no hay muchos escenarios, pero los hay muy largos y además deberemos recorrer todo el mapa en varias ocasiones, lo que provoca que perdamos mucho tiempo de paseos.

Para paliar esa sensación de aburrimiento los desarrolladores han incluido un mapa con chinchetas para transportarte a diferentes puntos del mismo, pero solo hay tres referencias, quizás 5 o 6 hubieran hecho que los desplazamientos fuesen más agradables. Dejando a un lado esta molestia, la resolución de rompecabezas es bastante satisfactoria y el diseño de alguno de los puzles es muy ingeniosa, lo que hace que disfrutes, que al final es lo más importante.

... Con hechizos, gorros y un inventario divertido

Lo que me ha sorprendido gratamente es la inclusión de hechizos, poderes que irá aprendiendo Simon y que permiten cambiar la jugabilidad, ya que podemos interactuar con el escenario y con los objeto de nuestro inventario. Por ejemplo una vez que domine el fuego nos puede servir para encender una hoguera o para calentar una taza de agua -ambos ejemplos son inventados, no me gustan los spoilers-. Está mecánica le aporta frescura al gameplay sin hacer grandes cambios, pero invita a hacer puzles originales, algo que han aprovechado muy bien desde Smallthing Studios.

Además, por si con la magia tuviésemos poco, con el avanzar de la aventura desbloquearemos nuevos gorros mágicos que al intercambiarlos modifican los objetos de nuestro inventario. Quizás este recurso esté menos aprovechado que el de los hechizos, pero aún así me ha parecido genial y muy entretenido.

Del pixel art al dibujo animado hecho a mano

Llegamos al punto que más controversias ha levantado, el apartado gráfico, ya que no faltan las voces que dicen que ha perdido la esencia del original, que los dibujos no tienen el encanto del pixel art y otros comentarios del estilo. Para un amante de los píxeles como puños y de los juegos clásicos de Adventure Soft como un servidor hubiera sido cómodo y sencillo sumarme a esa corriente. Pero me gusta tratar de ser lo más objetivo posible y dejar a un lado mis gustos antes de jugar a un juego, y sinceramente Simon the Sorcerer Origins me parece muy bonito. Los trazos que dibujan cada escenario, los diseños de cada personaje y objeto, todo absolutamente, me parece hecho con cariño y amor por la obra y con buen gusto. 

Artísticamente es un juego muy bien acabado, y se nota en los detalles, en la cantidad de referencias al mundo friki, en la fluidez de las animaciones, en el apartado musical y de sonido... y así podría seguir un buen rato. Al final la conclusión es que el tiempo pasa, las tecnologías y medios evolucionan, pero el arte sigue siendo arte lo pinten como lo pinten.

En cuanto al apartado sonoro, fue escuchar la melodía de Simon y ya entré dentro de su mundo de fantasía, tres acordes y la nostalgia me atrapó. Y no es difícil conseguirlo si jugaste al primero, porque la voz de Simon la vuelve a interpretar de forma magistral Chris Barrie. Ahora me pondría a tararear la música principal porque se me ha quedado grabada, pero no puedes oírlo, mejor para tus oídos y salud mental. 

Conclusión.

Simon the Sorcerer Origins es un viaje de regreso. No solo al inicio de la mítica saga de aventuras gráficas, sino a esa época en la que descubrir un nuevo mundo de fantasía hechizaba tu imaginación durante horas. Es una precuela que respeta la esencia del original, entendiendo su humor absurdo, los personajes estrafalarios y el encanto de los puzles sin lógica que hicieron memorable a Simon the Sorcerer. Simon vuelve... y la magia vuelve con él.

- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por ININ Games -