No sé qué tienen los Simulators que te atrapan de una forma que pocos géneros consiguen. Da igual si estas reparando un coche, atendiendo una gasolinera o preparando una hamburguesa. Cuando quieres darte cuenta el día se ha terminado, hora de dormir, te acuestas, miras al techo y dices “¿qué he hecho hoy con mi vida?”. Aquí no existe el “una más y lo dejo”, porque entre que piensas eso y lo consigues cumplir has atendido a 20 clientes más y subido de nivel 3 veces.
La fórmula está tan refinada y pulida que no importa la temática, ya sabes lo que te espera al ponerte a los mandos de un juego así. Así que cuando se me presentó la oportunidad de analizar un título así, no lo dudé, estoy dentro, para lo bueno y para lo malo.
¿No sabes por donde van los tiros? ¿No has jugado a un simulator en tu vida? Y no, no hablo de los tipo Tycoon donde la gestión es más profunda. Hablo de la nueva moda de los últimos años donde te pones al frente de un negocio de cualquier tipo, empiezas desde cero, y llevas el día a día (de forma muy simplificada) hasta tener la gasolinera/hamburguesería/taller de tus sueños a partir de realizar pequeñas tareas y pedidos que se van acumulando constantemente y no te dan ni un minuto de descanso.
De esto va precisamente Tavern Manager Simulator, pero lo mejor es comenzar por el principio.
¡A renovar se ha dicho!
Estás en un mundo de fantasía, con su castillo medieval, su pueblo y sus lugareños. Has conseguido un edificio destartalado y ruinoso con más porquería que el rabo de un oso, y como eres un tiburón ganador vas a reformarlo por completo para crear la mejor taberna del reino.
El inicio en este tipo de juegos siempre es así. Empezamos por la gran tarea de quitar el polvo, limpiar la porquería y comprar los útiles básicos para empezar a hacer pasta. ¿Y qué es lo primero y básico que debe tener una taberna? Efectivamente, cerveza.
Pues nada, tienes tu mostrador roñoso, tu barril de cerveza y lo demás está cubierto con sábanas para que los clientes no vean lo cochino que eres. ¡Es hora de abrir!
Llegan los primeros clientes y comienzas a servir la cerveza, ellos te dan pasta y experiencia, lavas las jarras y a repetir, así durante el primer día (mínimo). El stock de cerveza es limitado, así que de vez en cuando tendrás que hacer un nuevo pedido para poder seguir atendiendo. Además, una vez vayas consiguiendo suficiente dinero y nivel podrás ir comprando nuevas mejoras tanto para la taberna como para ti y, por supuesto, nuevos productos ¡perfecto!
Pues así es la base de este tipo de juegos, y este Tavern Manager Simulator no iba a ser menos. Lo cierto es que, al menos en el inicio, vas a tener la sensación de estar a algo que es más de lo mismo pero con distinta ambientación y tareas. Y mentiría si dijera que no es así, ya os he comentado que este tipo de juegos tiene la fórmula muy refinada, y el molde para todos es similar. Pero continuemos un poco más.
Un montón de desbloqueables
Una vez alcanzamos cierto nivel podremos desbloquear nuevas zonas de la taberna, amueblarla adecuadamente e incluso desbloquear nuevos tipos de aperitivos. Un punto a favor de este título es que en ningún momento llegas a sentirte saturado de tareas, aunque no vas a parar, te lo digo ya. Se me viene a la mente el Gas Station Simulator, al cual le di bastante el año pasado, y ahí tenías verdadero estrés ante la acumulación de tareas y de minijuegos que tenías que atender de forma simultánea. Algo que aquí no pasa puesto que desbloqueas a los ayudantes muy pronto, y eso es algo que se agradece muchísimo.
Porque esas son dos de las características que sí o sí tienen que tener los simulators. Por un lado que todas las actividades tienen que ser minijuegos: Echar cerveza es un minijuego, limpiar las mesas es otro, cortar leña, preparar una sopa, reponer stock, lavar las jarras y platos… todo está pensado para que sea dinámico y que estés constantemente entretenido y haciendo cosas. Y por otro lado tenemos los ayudantes, porque al final terminas hasta las narices de tirar cervezas, recoger jarras, lavar jarras, colocar jarras, tirar cervezas… Puedes contratar unas simpáticas hadas que lo único que piden a cambio son unas bolsitas de comida que valen dos duros (que barata es la mano de obra aquí, podríamos llamarlas para que redacten noticias y nosotros en El Caribe recibiendo dinero).
Como he dicho antes, he agradecido enormemente que la contratación de ayudantes esté disponible desde el primer tercio del juego (en muchos otros juegos hay que esperar a ir entrando casi en el último tramo), pero ojo, que eso también significa que nos esperan muchísimas cosas por desbloquear, y con el desbloqueo de nuevas características vienen nuevos minijuegos y tipos de clientes. La verdad es que la progresión me ha gustado mucho, está muy bien medida y no sientes que en ningún momento haya un pico de dificultad o de estrés, siempre haces cosas, por supuesto, pero no tienes esa sensación de no poder abarcarlo, se nota que lo han testeado a conciencia.
Además, para dinamizar él día a día de la taberna, habrá pequeños eventos a los que tienes que estar atentos. Quizás te venga un cliente que te pide una sugerencia, otras veces un ladrón se colará en tu almacén y tienes que echarlo a sartenazos (es real), y una de las más frustrantes y que tiene ligado un logro que me ha costado mucho sacar: la gourmet, que es la hechicera del reino que quiere su pedido servido de forma rápida y con calidad excelente (nada fácil, porque el juego no te avisa de su llegada).
En el nivel final de la taberna ya cuentas con un montón de empleados, una variedad de platos enorme y prácticamente todo está automatizado, nunca llegas a estar quieto pero es cierto que puedes respirar y dedicarte a decorar y poner chuminadas varias por todas las paredes (de hecho es hasta recomendable).
Guiños y modo Streamer
Otro de los puntos positivos es que el mapa no se limita solo a las inmediaciones de la taberna, sino que tenemos a nuestra disposición una zona muy amplia llena de secretos como tesoros enterrados, NPCs que nos encargan quests e, incluso, algún que otro guiño a otros videojuegos de fantasía como Dark Souls, The Witcher o Final Fantasy. Se nota el cariño puesto en este producto y no ha sido el típico que espera dar su pelotazo en los streamers, hacer caja rápida y a otra cosa.
Lo cual me lleva a hablar de otro de sus grandes añadidos: El modo Streamer. Con este modo activado y enlazando tu cuenta de Twitch puedes hacer que tu audiencia tome el rol de los clientes de la taberna y hagan pedidos con tan solo unos cuantos comandos, además de poder hacer cosas como personalizar los mensajes de las conversaciones y varias opciones más. La verdad es que eso mola bastante si quieres echar una buena tarde con tus seguidores y jugar juntos, una forma más de interactuar con la audiencia (aparte de que, evidentemente, se comportarán como los cabroncetes que son).
Pero...
Y llegamos al punto que menos mola, a la zona negativa, las partes malas del juego. Esas cosillas que incluso en medio del estrés por poner dos copas de vino, un queso y una salchicha de tamaño XXL justo después de limpiar caca de caballo y no lavarse las manos te das cuenta de que están ahí y que no es guay que estén (la que acabo de liar para decir que voy a comentar lo negativo).
Por un lado las mejoras del ultimo tier son completamente prescindibles y complican la gestión de una forma que, oye, si te quedas en el nivel anterior nadie te va a culpar. Básicamente desbloqueas las cuadras y puedes cuidar los caballos de los nobles. Esa parte demanda mucho recursos por tu parte y están a tomar por saco de la taberna, además si no cumples con la tarea no pasa absolutamente nada, ni penalización ni leches, así que es algo que, bueno, está ahí. Además tienes la sensación de que aún le falta mucho contenido, porque tienes varios terrenos junto a la taberna, como un huerto, que no tiene utilidad alguna ahora mismo. Espero que todo siga tomando forma.
Luego lo otro que quería comentar no es un punto negativo de este juego, sino de todos los juegos de este género. Y es que todo termina muy pronto, de repente llegas a un punto en que todo finaliza de forma abrupta, te sale un mensaje de “se acabó, juega como quieras” y te quedas con cara de lila diciendo “ah” y ya. Y es una pena, porque estos juegos son divertidos como ellos solos, enganchan y siempre te hacen lo mismo. Sí, es verdad que le suelen dar vidilla con eventos festivos y cosas así pero, reconozcámoslo, no es suficiente. Una pena porque siempre te quedas con esa sensación de que todavía podrías hacer muchas cosas.
Además, al igual que en todos estos juegos, su duración tampoco es la gran cosa. He conseguido el 100% de los logros en unas 17 horas de partida, y no he escrito antes el análisis porque justamente estaba teniendo lugar el evento del año nuevo chino, y quería ver que opciones tenía durante y después (por esa parte genial, la verdad, había un cocinero nuevo con platos nuevos para servir, así que cero pegas). Pero bueno, es lo que hay con estos juegos ¡sabíamos a lo que veníamos!
En resumen, Tavern Manager Simulator mola, y no poco precisamente. Se diferencia de la competencia añadiendo muchos tipos de tareas, una gestión de empleados y del estrés bastante pulida y eventos que le dan mucha vida. El juego se sigue actualizando y añadiendo contenido, por lo que este que está aquí se pasará de vez en cuando a echarse un buen vicio y servir una rica morcilla con cerveza apestosa.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Gacriva Studio -
💚 Su apartado artístico, colorido y con mucha personalidad. No busca los memes fáciles y apuesta por un producto de largo recorrido.
💚 La gestión de tareas y empleados, muy bien implementada y sin excesivos fallos en la IA. Nunca te sientes estresado.
💚 Los eventos, que no se limitan a unos pocos cosméticos sino que aportan cambios sustanciales.
💚 Divertido como él solo.
💚 El modo Streamer para interactuar con la audiencia.
❌ Los últimos tiers de mejora carecen de sentido. Aunque seguramente sigan añadiendo contenido.
❌ Su escasa duración. Termina de forma abrupta y sin objetivos interesantes.
❌ Si buscas un simulador tipo Tycoon, este tipo de juegos no es para ti.
Juan Carlos es clase dual (Programador / Filólogo), antes era solodev y ahora proyecto de divulgador e investigador académico en game studies. Friki a tiempo completo y amante del videojuego de terror en todas sus facetas.