Uno de los primeros títulos que analicé en esta web, cuando todavía era un incipiente blog, fue un juego que mezclaba de forma acertada los géneros de la aventura gráfica y el survival horror, su nombre: Vlad Circus: Descend Into Madness. Desarrollado por el estudio argentino Indiesruption y pese a no ser perfecto, es un juego que recuerdo con cariño y que me parece muy recomendable gracias a su tétrica historia y por lograr una ambientación espectacular. Aquella ocasión nuestro protagonista era Oliver, un payaso que sobrevivió al incendio del circo en que trabajaba y que tras su paso por una institución de sanación mental trata de adaptarse a la sociedad.
Vlad Circus: Descend Into Madness (Indiesruption - 2023)
El mundo que crearon desde Indiesruption en torno al Vlad Circus está lleno de horrores, asaltos a la locura, personajes turbios y sospechosos, pesadillas, asesinatos y todo tipo de escenas que sobresaltan y encojen el corazón. Este ambiente es el lienzo perfecto en el que seguir dibujando obras, escribiendo historias y haciéndonos sentir tensión, y es lo que han realizado en su secuela, el título del que os vengo a hablar hoy: Vlad Circus: Curse of Asmodeus. Un juego que sigue la estela del anterior pero casi como una precuela/secuela con nuevos protagonistas, lugares y una narrativa que aunque se entrecruza con el anterior tiene total independencia de él. Es muy recomendable jugar el primero antes, pero no es obligatorio.
En Vlad Circus: Curse of Asmodeus nos meteremos en medio de una ejecución, viviremos dos líneas temporales, y descubriremos la verdad de todo mientras hacemos frente a nuestros demonios. Como ya os dije entonces, ¡El espectáculo debe continuar!
Despertar en la oscuridad, en mitad de una morgue, con el rostro y el cuerpo lacerados y con cicatrices del fuego, sin voz y sin recordar nada es un empiece a la altura de una gran historia. Nuestro protagonista es Josef Petrescu, el hermano de Vlad Petrescu (dueño del Circo Vlad) y acusado del gran incendio del circo, por el que fue condenado a muerte y ejecutado. Un hombre que ha regresado, o quizás nunca se fue, y que deberá ir descubriendo la verdad mientras trata de escapar de su encierro y recupera la memoria de lo que sucedió en su pasado.
La travesía de Josef durante Vlad Circus: Curse of Asmodeus es un extraño viaje que entremezcla dos líneas temporales, los días y horas previos al gran incendio, y el presente donde la muerte acecha a cada paso y la verdad se oculta tras un velo de misterio e iconografía religiosa en torno al demonio bíblico Asmodeo. Nuestro protagonista lleva un diario en que anota los recuerdos que desbloquea de su memoria, formando una narrativa que te mantiene en suspense hasta el último momento. Brillante y trágico a partes iguales.
Una historia espeluznante
En su anterior título el estudio argentino ya probó la fórmula de mezclar dos géneros, el de la aventura gráfica al puro estilo Point & Click y el Survival Horror, y lo hizo con buena mano. Ocultando sus carencias y sacando potencial a sus virtudes. Pero en esto de hacer videojuegos, como todo en la vida, la experiencia es un grado y en Vlad Circus: Curse of Asmodeus se nota el aprendizaje previo. El diseño de puzles mantiene un estilo propio que apuesta por ir explorando los distintos escenarios mientras encontramos objetos y llaves que servirán para ir resolviendo los rompecabezas. De dificultad ajustada, es raro atascarse mucho rato en algún punto, y además ahora no te obligarán a dar largos paseos de un punto al otro del mapa, lo han preparado para ofrecer una experiencia más cercana al jugador y mejor diseñada.
Viendo lo que gustó en la entrega anterior la mecánica de los recuerdos en los que explorábamos parte del pasado, en esta ocasión viviremos directamente entre dos líneas temporales, un recurso que le sienta muy bien y que hace que la exploración sea muy disfrutable. A ratos estaremos en una institución macabra donde todo da la sensación de peligro y huir es nuestra única meta, y a ratos reviviremos el pasado donde iremos descubriendo la verdad de nuestra situación y de todo lo que acaeció en la tragedia del Circo Vlad. Una alternación entre tiempos que además de entretener ayuda a comprender
Vlad Circus: Curse of Asmodeus mezcla la aventura gráfica y el survival horror
El miedo tiene muchas formas, los hay tan diversos como extraños, hay quien tiene miedo a la oscuridad, a la sangre, a los payasos e incluso los hay con fobia a las palabras largas, algo llamado hipopotomonstrosesquipedaliofobia, nombre que le viene ni que pintado. El caso es que sea del tipo que sea puede provocar en nosotros una sensación de pánico o terror que nos paraliza y nos deja sin capacidad de respuesta. En esta aventura buscan jugar con lo macabro, con lo irracional, un reflejo en el espejo que nos miramos y que revela la más absoluta de las verdades, nuestra mente es frágil y en cualquier momento puede desquebrajarse.
La ambientación de survival horror de Vlad Circus: Curse of Asmodeus es muy buena, consigue mantenerte en tensión desde el primer momento, hasta el desenlace. La forma en que se cuenta la historia, las escenas, el ritmo en que transcurre la acción, los saltos entre el pasado y el presente... todo está diseñado para crear un aura siniestra y envolvente.
En cuanto a las mecánicas de supervivencia encontraremos una serie de pequeños enemigos (falta mucha variedad), objetos que nos provocarán daños, como unos cristales en el suelo, y lo que más aporta al juego: una serie de escenas donde nuestras elecciones pueden acabar con nuestra vida o con nuestra salvación. Estos pequeños rompecabezas que nos obligan a usar el ingenio para sobrevivir son geniales, aunque es una lástima que no son muchos, ojalá lo hubiese explotado un poco más, porque le da a la aventura un punto original y divertido.
Guiños a la primera parte de Vlad Circus
El pixel art de Vlad Circus: Curse of Asmodeus se caracteriza por tonos oscuros, juegos de luces y mucha sangre. Un estilo muy reconocible y que recuerda mucho a su anterior juego, al cual se homenajea en varias ocasiones. Los píxeles de esta aventura son píxeles gordos, de los que difuminan y dejan lugar a que vuele la imaginación para rellenar los huecos faltantes. En este juego cada ubicación está hecha con mucho mimo y dedicación, habitaciones llenas de objetos que cuentan fragmentos de historias con solo verlos. El apartado gráfico tiene un peso muy importante en el buen acabado del juego, le dota de mucha personalidad.
En cuanto a lo que nos llega por los oídos, percibimos melodías tétricas y llenas de tensión, sonidos sospechosos en mitad de la oscuridad, un grito que provoca que un escalofrío nos hiele la sangre. Terror auditivo del bueno. Tanto la banda sonora como los efectos son en gran parte responsables de la sublime atmósfera que se crea y de la que se empapa el jugador.
La ambientación tétrica se encuentra presente en toda la aventura
Vlad Circus: Curse of Asmodeus es una pesadilla de sangre, fuego y memoria. Una obra que refina la fórmula del juego anterior y la lleva un paso más allá, explorando los límites de la cordura humana con un pulso narrativo firme y un pixel art tan grotesco como hermoso. Indiesruption demuestra que para crear terror del bueno basta con talento, una ambientación siniestra y una historia que se atreva a mirar a los ojos de la tragedia. El Circo Vlad ha vuelto, y se ha ganado una gran ovación, y espero que esta no sea su última función.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Blowfish Studios -
💚 La tragedia como eje principal del protagonista.
💚 Una ambientación terrorífica.
💚 El apartado artístico es maravilloso.
💚 El intercambio entre las líneas temporales es un recurso genial.
💚 Te mantiene pegado hasta el final a la pantalla.
❌ Faltan personajes con más peso en la historia.
❌ En la parte survival horror falta variedad de enemigos.
Director Retro & Pixel Press 📰
Podcaster en NESbuscando en la Basura, El Indiario, DeVCast y A Link To The Podcast 🎙️
Redactor en DeVuego 📝