- Si Super Mario World y Donkey Kong Country tuviesen un hijo -

Dos de mis juegos favoritos de plataformas fueron acuñados hace más de 30 años ya, dos títulos que marcaron a una generación de jugadores y que sentaron cátedra en crear experiencias fluidas y muy disfrutables, con una fórmula que hoy en día se sigue replicando como dogma. Os hablo de Super Mario World (1992) y Donkey Kong Country (1994) ambos cartuchos de Super Nintendo. El primero llegó para apuntalar lo ya conseguido por su predecesor, Super Mario Bros. 3, en NES y explotar la potencia del Cerebro de la Bestia, el segundo, obra de Rare, creó un nuevo paradigma, elevó el apartado técnico por encima de cotas que se pensaban imposibles en los 16 bits. Ambos están considerados de los mejores juegos de la historia y su legado aún permanece.

Por todo esto, cuando hace un par de años vi en un hilo de Mega Cat Studios un título de plataformas llamado Windswept con fuerte inspiración de ambos me metí entre ceja y ceja jugarlo el día que viese la luz. Ese día por fin llegó el pasado 11 de noviembre y ya os adelanto que ha superado las expectativas que tenía. Este juego desarrollado por WeatherFell y publicado por Top Hat Studios es noventero puro, es jugabilidad clásica y divertida, es velocidad y adrenalina, es amor nostálgico pixelado. ¿Quieres conocer las claves de Windswept? Pues dale al Start que empezamos.

Un pato y una tortuga en busca de su hogar

Marbles es un pato 🦆, en concreto un ánade real, que se encuentra feliz en su nido, la vida es un remanso de paz para él, y para el bosque en el que vive. Pero un aciago día, una fuerte tormenta, de esas que tienen vientos huracanados, lo arrebatan de la seguridad de su hogar y lo mandan a un lugar lejano. Solo y perdido, vaga por tierras desconocidas donde se encuentra a una tortuga 🐢 llamada Checkers, que se halla en su misma situación. Juntos emprenderán un largo y peligroso viaje para regresar a casa. 

Salvando las distancias, la travesía de un héroe en su regreso al hogar, o un pato y una tortuga en este caso, al más puro estilo de La Odisea de Homero, es un recurso muy utilizado en la narrativa de videojuegos, la literatura o el cine. La trama de Windswept no da para profundizar más, pero en un juego de jugabilidad directa nunca ha sido necesario contar una gran historia, tan solo sirve de contexto para dar un objetivo a nuestros queridos Marbles y Checkers, dos protagonistas a los que se les coge cariño por su carisma pixelado.

Algo más que saltos

Decir que Windswept es un juego de plataformas clásico es quizás quedarse corto. Un título donde los saltos de precisión para salvar la muerte y los variados enemigos son los principales obstáculos pero esto solo es la punta del iceberg. ¿Qué hace diferente a Windswept? Para empezar tenemos dos personajes totalmente diferentes con habilidades únicas entre los que tendremos que ir alternando para ir superando los distintos desafíos. Por ejemplo, el pato es capaz de planear con sus alas y salvar grandes distancias, mientras que la tortuga puede usar su concha como arma o propulsarse hacia delante. Aprender todos los movimientos y poderes no es algo sencillo, pero la cosa se complica en el momento que descubrimos que podemos combinarlos. Las posibilidades de solventar un reto se disparan existiendo múltiples formas de lograrlo, pero también la dificultad de dominarlo. Es ideal para los amantes de las situaciones desafiantes.

Utilizando a Marbles y Checkers juntos, o incluso por separado, cuando perdemos a uno de ellos, deberemos superar cuatro mundos con sus jefes finales en más de 40 niveles. Con ambientaciones muy diferentes y enemigos específicos de cada zona, visitaremos bosques, montañas con acantilados, zonas de hielo, el magma típico del interior de un volcán, que no podía faltar tampoco... lugares únicos y muy variados. 

Advertencia: El juego no es fácil, desde el principio te deja claro que es un gran desafío, y hay momentos de dificultad máxima. Pero la buena noticia para los jugadores más casuals es que hay muchas opciones de accesibilidad que facilitan la experiencia hasta convertirla en un paseo. Así que no te preocupes.

La fusión perfecta

Ya lo he comentado en la introducción del texto, pero es inevitable repetir que Windswept está fuertemente inspirado por dos de los mejores: Super Mario World y Donkey Kong Country. Desde el mapa entre niveles al estilo Mario, a los barriles del Donkey, pasando por fases de bonus ocultas por la pantalla, tener que ir recogiendo monedas ocultas y coleccionables, niveles ocultos... Windswept no se guarda nada en la recámara, usa toda la munición y lo hace con tino y precisión. 

La meta al final de cada nivel al estilo Mario World ✅

Ir montado en delfín por las fases bajo el agua ✅

Secretos ocultos por el nivel ✅

Desafiantes momentos de plataformas ✅

Enemigos finales al final de cada mundo ✅

…

Y así podríamos seguir un rato, pero lo resumiré en que han cogido lo mejor de ambos mundos y lo han fusionado creando algo único y realmente brillante.

Pixel love

Nunca he necesitado unos gráficos ultra realistas en 16K con 300 trillones de colores y la definición en la que se ve un cabello del personaje caer en un charco y crear una onda en el agua para disfrutar de un videojuego, será porque me críe en la época de los 8 y 16 bits y todo me parecía magia. El caso es que nunca me gustó ni me fascinó el salto a los 3D, pero a día de hoy sigo fascinado de la estética de SNES. Y claro Windswept tiene unos píxeles que evocan aquellos años, así que a mí ya me tenía ganado antes de jugarlo, pero para el resto os diré que sus gráficos son bonitos de ver, como un buen dibujo hecho a rotulador, es algo que capta rápido la mirada del jugador. Escenarios llenos de encanto, colores vivos, animales con un aire cozy, cuidado del detalle... esto es amor por el píxel.

En la parte sonora Windswept hace también los deberes con nota, la galería de efectos y sonidos que despliega es genial, cada salto o rebote, cada enemigo eliminado o incluso nuestras propias muertes, que serán muchas, suenan a nostalgia. En cuanto a la banda sonora, sus melodías son alegres y llenas de energía y van de la mano con la acción que se muestra en pantalla. 

Conclusión.

Si Super Mario World y Donkey Kong Country tuviesen un hijo, Windswept sería ese heredero que entiende y respeta el legado y que lo homenajea dándole un toque personal. Un plataformas moderno con alma de los 90 que demuestra que los clásicos nunca mueren.

El control preciso, el diseño de niveles pensado para exprimir al máximo a sus dos protagonistas y la libertad para afrontar los distintos desafíos lo convierten en un título exigente, pero altamente satisfactorio. Su apartado artístico pixelado y el acompañamiento sonoro refuerzan constantemente esa sensación de estar jugando a algo especial, algo hecho con amor. Una joya imprescindible para quienes crecimos saltando entre píxeles y no tememos morir una y otra vez.

- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Top Hat Studios -