Llevaba cinco horas jugando y todavía no tenía muy claro lo que estaba viendo, y es que el juego del que os quiero hablar hoy, Moroi, es una absoluta ida de olla desde el primer instante hasta el final. Un viaje psicotrópico en donde lo mismo hablamos con un pato, que nos comen un brazo o llevamos por casco una cabeza que lanza rayos láser por los ojos. Una travesía por una mente rota que te desafía a tratar de recuperar fragmentos de cordura y que como poco te dejará ojiplático en multitud de ocasiones.
Simplemente con lo que os he contado hasta ahora ya podéis entender porque llamó mi atención el título del estudio de desarrollo independiente suizo Violet Saint y publicado por Good Shepherd Entertainment. Lo bizarro me encanta, y cuando jugué The Zebra-Man! a principios de este año pensé que no podía encontrar nada con mayor nivel de rareza, pero Moroi me ha demostrado que me equivocaba. ¡Te doy la bienvenida a la locura en estado puro, te doy la bienvenida a Moroi!
Si nos centramos en la descripción que hace la editora sobre el título podemos hacernos una idea de que Moroi es algo diferente: "una aventura de fantasía oscura de estilo hack-and-slash inspirada en el folclore rumano, el heavy metal y el surrealismo lynchiano". Una mezcla de folclore y fantasía con la música metal y la influencia del director y guionista David Lynch en el cine y la televisión, es una completa y absoluta demencia.
En Moroi (significa vampiro o ente espectral en el folclore rumano) nos ponemos en el papel de un hombre que se encuentra encerrado en una prisión dentro del Motor Cósmico, un infierno personalizado creado para distorsionar cualquier indicio de normalidad. Sin recuerdos de quién eres o de qué has hecho para acabar allí, iniciaremos una aventura para tratar de escapar y en el camino descubrir nuestro pasado. Un camino en busca de redención por nuestros innombrables pecados y delitos, una huida hacia adelante porque no tenemos otra cosa a la que aferrarnos, tan solo el instinto de que debemos enmendar nuestros errores.
Dar más detalles sobre la historia implicaría hacer revelaciones o demostrar que la he entendido en profundidad, cosa que todavía no tengo claro, jajaja. Su narrativa oscura con un toque de humor salvaje y descontrolado, junto al ritmo al que iremos descubriendo los acontecimientos hacen que la curiosidad nos lleve a querer llegar hasta el final de la aventura. Un guion que no esperas, una trama brutalmente sincera y una locura auténtica, se mire como se mire.
Un lugar donde reina la locura
Moroi es un frenético juego en 3D de acción tipo Hack & Slash en vista cenital donde deberemos derrotar a todo enemigo que se cruce en nuestro camino y resolver puzles de lógica para seguir avanzando hasta el final. Quizás es su jugabilidad la parte más débil de este título, un apartado que le lastra y que le hace quedarse en el infierno de lo que está bien, pero no destaca. El sistema de combate se siente poco fluido, no es que sea difícil en si por la IA de los enemigos, o los patrones de ataque, es que da la sensación de que fallas los golpes o no esquivas en el momento oportuno por falta de precisión en el control. Algo que en un juego de estas características es de vital importancia.
Pese al control, una vez nos acostumbramos podemos disfrutar de desafiantes enemigos y jefes finales muy originales, con diseños que te dejan boquiabierto y que en muchas ocasiones te obligan a solucionar un puzle para poder neutralizarlos.
Además, el armamento que lleva nuestro protagonista es muy variado y retorcido, lo mismo llevamos una maza con los dientes de un pato incrustados a modo de pinchos, que portamos un lanzacohetes o una cabeza que emite rayos láser por los ojos. Es tremendamente divertido ir descubriendo las nuevas armas y complementos para mejorarlas que hallamos por los escenarios.
Los combates pese a ser originales están lastrados por el control
Moroi no es solo lucha y acción, es también un ejercicio constante por romperte la cabeza con puzles ingeniosos y que, en unas ocasiones de forma lógica y en otras por insistencia, tendrás que resolver para seguir avanzando. Los rompecabezas están en general bien implementados y no son muy exigentes, aunque alguno te llevará más tiempo. Pero si es cierto que alguno está hecho para mantenerte dando vueltas por una zona y pueden volverse pesados y repetitivos en algún momento.
Hay alguno muy inteligente y bien diseñado, y también me han gustado que varios de los jefes finales requieren solucionar un puzle previo mientras estás combatiendo para poder hacerle daño o destruirlo. Nada que te saque del momento de acción, son livianos y agradecidos.
Pese a contar con un diario de misiones que te servirá de guía, en ocasiones puede que te sientas perdido porque no encuentras una salida o un punto concreto y puede llevarte a gastar tiempo recorriendo los escenarios en busca del siguiente paso. Pero no te lleves mal rato, no te pasará en muchas ocasiones.
Resolver los puzles más disparatados que se te ocurran
El apartado artístico de Moroi es un delirio, una paranoia desconcertante que no te deja indiferente. Un mundo lleno de diseños exagerados y feístas, como un carrusel de horrores con vísceras y mucha sangre que sacan a relucir el gore más puro. Un lugar donde cada personaje y escenario parece desencajar lo que le da una fealdad atractiva, es difícil no sentirte atraído por los gráficos de este título. Una ambientación de fantasía oscura que te incomodará y desorientará, pero que te arrancará más de una sonrisa.
En cuanto a la parte musical, es puro Heavy Metal, es adrenalina en forma de guitarras, bajo y baterías que le dan la perfecta melodía a la acción que requiere el juego. Su banda sonora es muy cañera, te llena de energía de la que necesitarás, sobre todo en los combates más exigentes. Es un juego de los de ponerte los cascos para disfrutarlo.
Un mundo de fantasía oscura
Moroi es un juego de acción tipo Hack & Slash donde además de luchar deberemos resolver acertijos y puzles para seguir avanzando. Es una experiencia muy bizarra con una historia muy oscura y dura, pero que se lleva bien gracias al humor que destila. Su apartado artístico es una oda a la absurdez, la locura y el gore, con un estilo grotesco pero de un nivel altísimo. Un juego que sería totalmente imprescindible sino fuese porque falla en lo más importante, la jugabilidad. No es que funcione mal, pero el combate es poco fluido y transmite la sensación de no estar bien pulido, y algunos puzles dan la sensación de ser repetitivos. Una verdadera lástima porque en el resto de apartados es un título sobresaliente.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Good Shepherd Entertainment -
💚 La historia es una absoluta locura
💚 El apartado artístico es genial y un poco gore
💚 Los personajes de la historia te sorprenden
💚 El diseño de armas y enemigos finales es muy original
❌ El control en el combate no se siente fluido
❌ Los puzles son repetitivos y te hacen dar paseos
❌ La vista en 3D juega malas pasadas
Director Retro & Pixel Press 📰
Podcaster en NESbuscando en la Basura, El Indiario, DeVCast y A Link To The Podcast 🎙️
Redactor en DeVuego 📝