La San Diego Comic-Con Málaga dio para mucho, y no lo digo por decir. Los días que pude asistir al evento tuve la oportunidad de conocer a muy buena gente y experimentar un poco de lo que la feria daba de sí.
Hoy en esta segunda parte de la crónica os cuento como fue mi experiencia allí, que ya os digo que por una parte no tuvo nada que ver con una experiencia real de un usuario normal (lo cual no quiere decir que la mía sea mejor, digamos que fue distinta), pero tampoco me privé y pude hacer cosas la mar de interesantes.
Carretera y manta
Cuando nos llegó la confirmación de que tendríamos un pase de prensa para el evento, aparte de la alegría que nos dio, nos dijeron que esperásemos las instrucciones pertinentes, que nos darían todos los detalles de la feria en tema de horarios, agendas, puntos de recogida de acreditaciones, etc. Llegado ese momento (y creo que fue unos días antes del comienzo de la feria), nos mandaron el mensaje con todo lo necesario, pero había un problemilla: en el mail solo hablaban del jueves.
El jueves a tal hora comienza el evento, el jueves de tal hora a tal hora puedes recoger la acreditación, esta es la agenda del jueves, tenemos tales cosas para el jueves. Jueves, jueves, jueves. Yo, que suelo estar en babia, me suelen pasar dos cosas: o que asumo algo que no me han dicho (y la lío), o me lo tomo literal (y la lío). Entonces, al recibir comunicación solo referente al jueves pensé “oye, a ver si va a resultar que el día de la prensa es solo el jueves”.
Mi idea inicial era la de pagar un alojamiento para el fin de semana y estar todos los días posibles. Pero claro, entre que no tuve las instrucciones hasta días antes, y que solo hablaban del jueves, yo pensé “a ver si me voy a gastar el dinero para quedarme el fin de semana, me voy a presentar allí el sábado, y me van a decir que donde voy”.
¡Que nada! Que el mismo jueves, nada más salir de la oficina, cogí el coche y me planté en Málaga. Vivo en Sevilla, así que fueron “solo” un par de horas. Ah, y como también fui el sábado, pues lo mismo, así que me marqué una road trip improvisada.
Jueves: El día del disfrute
Disfrute improvisado, todo tengo que decirlo. Veréis, cuando voy a estos eventos con pase, lo primero que hago es la “vuelta de reconocimiento”. Me paseo por todo el sitio, veo las cosas con cierta calma, y ya localizo todo lo que sea de mi interés. Y así hice. Pude ver “tranquilamente” todos los stands tanto de fuera como de dentro, me pasee por la exposición de figuras, tiré algunas fotos. Lo normal, vaya.
Una vez fuera estuve explorando bien esa parte, vi algunas de las firmas de los invitados, pasee por las tiendas, y mi plan maestro era tomarme un café en la zona de venta de comida, y ya ir para adentro a empezar a cubrir el evento. Error. Porque una cosa que no quedó clara sobre el primer día era la hora de cierre del pabellón, se dijo, pero como todos los comunicados se centraban en las actividades del día, fue algo que se perdió. El pabellón cerró sobre las 19:30, y yo llegué allí a la Comic-Con poco más tarde de las 17:30. Y cuando terminé mi café y fui a entrar, cerrado.
Aún así, sin problemas, ya había hecho bastantes cosas dentro y aún me quedaba por explorar fuera. A las 20:00 empezó el acto de inauguración, con Taz Skylar y Dafne Keen, así que me quedé a verlo en el escenario mientras seguía explorando las tiendas de fuera. Al terminar, fin del día, de vuelta a Sevilla. Con sensación agridulce por el horario, un sentimiento de “lo he visto, pero no lo he disfrutado”. Pero sin problemas, confirmé que el pase era para los 4 días, así que me planifiqué y el sábado sí que sí, tocaba currar.
Sábado: Un día muy intenso
Tempranito, como está mandado, y con un par de cafés encima, llego de nuevo a la Comic-Con, tenía un día bastante atareado por delante. Lo primero (y más gracioso) fue que, nada más aparcar y dirigirme a la feria, escucho detrás mía “bueno chicos, que sí, que vamos a poder emitir en la Comic-Con finalmente, nos vemos a la 1…” o algo así. Me giro y al preguntar a la persona que de qué medio venían, sorpresa ¡son nuestros buenos amigos de A Link To The Podcast!
Después de la charleta de rigor, me cuentan que van a grabar un directo especial desde la feria y me invitan a participar. Cosa que, evidentemente, acepté.
¿Sabéis todo eso que han dicho de las colas, verdad? Pues todo cierto. El sábado fue un día realmente horrible en ese aspecto. Todo el recinto estaba literalmente atestado de personas, y no hablo de mucha aglomeración, no. Hablo de una verdadera masa uniforme de cabezas y cuerpos. Aquello daba miedo.
Subí a la planta superior por una de las entradas laterales, desde la cual tuve una panorámica espectacular de la multitud que se estaba congregando y, para mi sorpresa (otra más) me encuentro con Enrique Colinet y María “Maiku”, de The Game Kitchen, que estaban en el stand de Nintendo con su Ninja Gaiden Rageboun. Estuvimos charlando un buen rato y cada vez nos perdíamos más porque nuestra atención se la llevaba el tumulto de gente apelotonada justo abajo nuestra para entrar en el pabellón de los stands. Nos despedimos con un “tened cuidado ahí dentro” (no exagero, aquello daba miedo) y yo decidí que no entraba ni en broma hasta que no pasaran unas horas y se tranquilizara todo. Por lo que acudí a mi cita del podcast.
¿Sabéis de esos momentos en los que todo se alinea y te llevas una sorpresa tras otra? Ya van dos, pero es que la fiesta sigue. La Junta de Andalucía habilitó un espacio en el exterior, cerca de la zona de firmas de artistas, a modo de espacio institucional y donde los artistas podían descansar en una sala privada antes de sus sesiones, y en aquel sitio al aire libre (bastante agradable) los amigos de A Link To The Podcast montaron su chiringuito.
Como invitaron a todo dios y nos juntamos decenas de profesionales del videojuego, prensa, televisión, etc. sin pretenderlo montamos allí un espacio de networking improvisado donde charlábamos entre todos mientras esperábamos nuestro turno para intervenir. Sería muy largo de contar, pero pude charlar con la gente de Hidalgo, al Zenberry Team, Curious Imp (presentando su Aard and Wyzz), From Zero (ojito a su proyecto Project Glitch, pronto sabremos cosas) y la gente del nuevo espacio de incubadora de Jaén que, además, estaban grabando un documental.
Y aquí es donde ocurre la magia de estos eventos, porque estás hablando tan tranquilo y, de repente, pasa alguien por tu lado. En mi caso fue:
¡El grandísimo Nobuo Uematsu! Dio un concierto el día anterior, pero parece ser que organizaron una sesión de firmas exprés de un día para otro. Nadie se lo esperaba y, como os podéis imaginar, aquello tardó en atestarse cero coma dos. Obvio que tonto no fui y pude aprovechar para saludarle cuando terminó la sesión de firmas y se dirigía al espacio privado.
Por mi parte intervine en el podcast y seguí un rato más por allí, algunos pararon para comer y poco a poco, volvimos cada uno a nuestras tareas. Ha pasado solo medio día y fijaos la cantidad de cosas que han pasado. Os dejo, por supuesto, la foto de este gran crossover que ninguno esperábamos:
No os voy a mentir, estábamos muy a gusto.
Conclusión (de momento)
Y con esto hago un alto en el camino para poner aquí el cierre momentáneo de esta crónica. No pensaba plantearlo así, pero justo estaba viendo cuanto he escrito y todo lo que aún me queda por contar, que casi que mejor paramos en este punto.
Como podéis ir comprobando, fueron días muy intensos y llenos de emociones, de desvirtualizar personas, de estrechar la mano a mis ídolos y conocer gente nueva e increíble. La experiencia, como os digo, para mí fue espectacular y me llevo muchos y muy buenos recuerdos.
Por supuesto aún queda mucho que contar, pude asistir a una conferencia muy interesante, conocer y charlar en privado con muchos de los invitados al evento, probar juegos y asistir a presentaciones. De momento, y como ya hice en el anterior post, os dejo con otra de esas fotos especiales:
Nos leemos en el siguiente capítulo de la crónica ¡Disfrutad!
Juan Carlos es clase dual (Programador / Filólogo), antes era solodev y ahora proyecto de divulgador e investigador académico en game studies. Friki a tiempo completo y amante del videojuego de terror en todas sus facetas.