Los robots molan. Y por lo que sea, rara vez han ocupado el papel protagonista en los videojuegos. Tenemos algunos ejemplos recientes, como el premiado Astro Bot o la desaprovechada saga Chibi-Robo. Quizás la explicación esté en la psicología y el diseño: se parte de la premisa de que el jugador empatiza más fácilmente con personajes de rasgos humanos. Tal vez por eso, en la saga Mega Man controlamos a un robot humanoide.
Pero si hay un robot que hizo historia en los videojuegos, ese es R.O.B., el accesorio para la NES que ayudó a Nintendo a vender la consola como un juguete tras el crash del videojuego del 83, cuando la saturación del mercado y los juegos de mala calidad hicieron que las tiendas americanas mirasen con recelo este tipo de productos.
Famicom Robot / R.O.B. (1984 / 1985)
El accesorio terminó siendo compatible únicamente con dos títulos, pero eso era lo de menos. Era un gancho, un símbolo visual que prometía traer el futuro al salón de tu casa. La campaña de marketing detrás de su figura era lo verdaderamente importante.
Han pasado ya cuatro décadas desde entonces, y tras una dilatada experiencia como artista 3D, JOOKITOOZ ha desarrollado en solitario este A-RED Walking Robot, que tuve la ocasión de probar en la IndieDevDay 2024. A pesar de su aspecto entrañable no nos lo va a poner nada fácil, y ya ha sido bautizado como el souls de los robotitos en lata.
La gravedad explica los movimientos de los planetas, pero no puede explicar quién los pone en movimiento, nos decía Isaac Newton. De igual manera, no sabemos quién pone en movimiento a nuestro protagonista, pero así empieza todo. Tras una introducción en la que se ensambla pieza a pieza este pequeño robot de juguete, somos libres para explorar el taller de nuestro creador.
Este lugar que ahora se ha convertido en nuestro patio de recreo tiene un montón de obstáculos, distintas superficies y elementos para ponerte a prueba. Moverte entre objetos cotidianos a gran escala dando estos pequeños pasitos es una experiencia satisfactoria. Sin embargo, se echa en falta algo más de originalidad en ciertos objetos y decoraciones; Entiendo que por temas de copyright no se han utilizado imágenes reales, pero dándole una vuelta de tuerca se podrían haber implementado de una manera más orgánica.
Mira bien por donde pisas… o caerás
Las físicas serán la otra protagonista del juego, ya que deberemos mover a A-RED con cuidado por el entorno, tratando de no chocar con los objetos y no perder el equilibrio pisando en un elemento que no sea llano.
Podemos controlar tanto la dirección como la velocidad del robot, visible en una barra en la parte inferior de la pantalla. Es una tentación ponerla al máximo, pero a menos que tengamos experiencia con el juego, más pronto que tarde va a resultar en una caída de nuestro robot. Es importante ajustar esta velocidad para los momentos en los que tenemos que girar o hacer movimientos precisos. Por suerte los movimientos de cámara son automáticos, y nos encuadra en los planos adecuados para que podamos concentrarnos en mover a A-RED.
La curva de dificultad es exigente debido a su particular control, pero no llega a sentirse injusta. Caeremos muchas veces, y una de las gracias del juego es la reacción del robot, al cual le aumentará su frustración si fallamos de manera repetida. Cuando conseguimos una de las llaves doradas que nos sirve de checkpoint ya se pone más contento y se calma. Pequeños detalles que ayudan a sentirnos identificados con las emociones del robot.
Si fallamos de manera repetida, llegaremos a hacer llorar a A-RED
A medida que avanzamos, desbloquearemos nuevas mecánicas como la pistola, con la que podemos atacar a algunos enemigos como arañas robóticas o desplazar objetos para poder avanzar. A pesar de esto, no es una mejora permanente, ya que en determinados momentos nos irán quitando y dando estos complementos.
Luego tenemos los jetpacks, con los que se puede llegar a romper el juego. Imagino que con suficiente práctica podemos avanzar rápido, pero hay que tener en cuenta que su uso es bastante limitado. He sido de los pocos usuarios que ha desbloqueado logros por hacer saltos mortales hacia atrás, y aun así me resulta complicado maniobrar con él en caso de desequilibrio. Sin embargo, nos será imprescindible para llegar a esas zonas imposibles de alcanzar a pie.
La duración de la partida depende en gran medida de la habilidad del jugador. En mi caso, 187 caídas y algo menos de dos horas bastaron para poner fin a la aventura. Para los más avezados, existe un logro para terminar el juego en menos de 28 minutos, y un modo difícil por sí el desafío se te ha quedado corto.
A-RED Walking Robot es un proyecto de dimensiones reducidas, pero con un gran carácter. Una propuesta fresca y una ejecución sólida que aporta una experiencia distinta a lo habitual. Sus bases están bien asentadas y dejan espacio para crecer en el futuro. Así que ya sabes: dale cuerda al robot y prepárate para tu propia crónica de un tropiezo anunciado.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Dojo System -
💚 Una jugabilidad única basada en las físicas y el movimiento del robot.
💚 Buen diseño de niveles y desafíos.
❌ Tiene pocos secretos que inviten a la exploración del entorno.
❌ Le falta una pizca de originalidad en algunos elementos gráficos.
Javier Huerta es un comunicador de videojuegos que actualmente dirige y presenta el pódcast El Bloque Misterioso desde enero de 2023. Además, es la persona detrás de la cuenta de X para los amantes de los videojuegos, lo retro y el píxel, Nestálgicos.