Si estás por aquí leyendo estas líneas, seguramente te suene un juego llamado Terraria, aquel fenómeno indie que vio la luz en 2011, inspirado a su vez por el éxito rotundo de Minecraft. Si Terraria era algo así como la versión 2D de Minecraft, con diferentes añadidos, Core Keeper podría considerarse la evolución en vista cenital de Terraria, pero con el refinamiento de un juego más moderno. ¿Te gustan este tipo de títulos que mezclan exploración, acción, construcción y un montón de posibilidades? Entonces Core Keeper puede convertirse en uno de tus juegos favoritos. Vamos a adentrarnos en su vasto mundo subterráneo y a descubrir todo lo que tiene por ofrecer.
Terraria (2011)
La aventura comienza con una breve introducción que nos sitúa como un explorador atraído por una misteriosa luz. Al interactuar con un extraño artefacto, somos transportados a las profundidades de un enorme sistema de túneles subterráneos que albergan un gran núcleo. Este núcleo está conectado con tres estatuas, y cada una de ellas representa un monstruo que tendremos que derrotar para activar el núcleo. A partir de esta sencilla premisa, empezaremos a explorar las profundidades con el personaje que habremos creado previamente de manera personalizable. Tendremos que encontrar nuevo equipo, construir nuestra base y llegar a alcanzar estos jefes que no nos lo pondrán fácil para derrotarlos. El combate es sencillo pero efectivo, pudiendo elegir entre armas de corta o larga distancia y ataques mágicos. En mi experiencia los ataques a distancia resultan superiores, aunque tendremos que esperar a que se recargue nuestro maná si utilizamos muchos ataques mágicos.
Si te apetece, puedes cultivar flores y alimentos cerca de tu base
El juego no nos impone ningún tipo de ritmo, de manera que podemos tomarnos nuestro tiempo e ir explorando, combatiendo con monstruos, minar recursos o si lo preferimos, dedicar tiempo a fabricar objetos, construir nuestra base, pescar unos peces o plantar semillas. Cada acción que realicemos mejorará una faceta de nuestro personaje, y cada una de estas tendrá un pequeño árbol de habilidades. Todo esto hace que sintamos una progresión constante y anima a seguir jugando. Además, tenemos tres ranuras en las que podemos añadir diferentes tipos de equipamiento para diferentes estrategias. También hay un pequeño componente de supervivencia representado en una barra de comida, pero con los abundantes alimentos que encontraremos por los túneles no deberíamos tener problemas para paliar el hambre.
El juego se puede sentir extremadamente solitario, ya que estamos prácticamente aislados en los túneles, alimentándonos de setas y creando herramientas, armas y elementos decorativos mientras cavamos en un pozo que parece no tener fin. A lo largo de la partida, además de mejorar tus propias habilidades, podrás invocar criaturas y tener una mascota que te acompañará en combate, haciendo de este un mundo un poco menos hostil. Esta mascota no solo te ayudará, sino que también ganará experiencia y subirá de nivel, lo que te permitirá mejorar sus habilidades y hacerla más poderosa. Por último, podemos criar animales que nos encontraremos durante la aventura, y darles de comer o prepararles un terreno para que produzcan.
Estos maniquís de madera nos ayudan a sobrellevar mejor la soledad
Técnicamente, el juego cuenta con un bonito pixel art y efectos de iluminación muy cuidados que te sumergen en la experiencia. Aunque los personajes y enemigos no son de gran tamaño, a excepción de los jefes, la elección estética es idónea para crear un ambiente inmersivo que permite mostrar muchos elementos en pantalla sin abrumar al jugador. En mi caso he jugado solo, pero el juego permite que compartamos nuestra partida generada proceduralmente con hasta 8 jugadores, por lo que una experiencia que en mi caso ha sido calmada y solitaria, puede volverse más loca y frenética si la jugamos con amigos.
En su modo cooperativo online podemos multiplicar la diversión junto a amigos
La música acompaña muy bien, con unos efectos de sonido muy variados y la posibilidad de construir tus propios instrumentos y tocar música con ellos. Algunas salas requerirán que toquemos las notas en cierto orden para abrirlas, a modo de puzle. Incluso nos encontraremos con partituras que contienen temas de otros juegos que sonarán si las ponemos en un atril.
La personalización de la base es, sin duda, uno de los pilares de Core Keeper. Podrás construir desde sencillas habitaciones hasta complejas redes de electricidad o sistemas de transporte como vagonetas. Esto no solo añade variedad al juego, sino que también permite a los jugadores moldear a su gusto este mundo subterráneo mientras se preparan para los combates más duros contra los jefes que acechan más allá del núcleo.
Core Keeper es un juego de acción y exploración con muchos elementos de crafting que nos pueden recordar a clásicos como Terraria o Stardew Valley. Aunque el objetivo principal es fortalecer a tu personaje y reactivar el núcleo para regresar a tu mundo, el encanto del juego reside en las muchas posibilidades que te ofrece en el camino. La libertad para explorar, construir y enfrentarte a los desafíos que propone es su aspecto más atractivo. Si estás dispuesto a aprovechar al máximo lo que Core Keeper tiene para ofrecer, te encontrarás con un juego que te puede proporcionar decenas de horas de diversión.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Jesús Fabre -
💚 Un montón de posibilidades y cosas por descubrir
💚 Técnicamente muy correcto
💚 La posibilidad de compartir la partida en multijugador con hasta 8 personas
❌ Algunas tareas pueden resultar repetitivas
❌ No hay un hilo conductor más allá de derrotar a los jefes
Javier Huerta es un comunicador de videojuegos que actualmente dirige y presenta el pódcast El Bloque Misterioso desde enero de 2023. Además, es la persona detrás de la cuenta de X para los amantes de los videojuegos, lo retro y el píxel, Nestálgicos.