La infancia es una etapa mágica, un tiempo en el que la curiosidad por lo desconocido nos cautiva, nuestra inexperta mirada aprende constantemente y cada pequeño descubrimiento se siente como una aventura. La imaginación también juega su parte, y esa capacidad de transformar lo cotidiano en algo extraordinario es justamente lo que nos ofrece Shin-chan: Nevado en Carbónpolis, un juego que busca evocar la vida desde una perspectiva infantil, invitándonos a experimentar la inocencia y emoción de un verano interminable.
Este título continúa el legado de Shin-chan: Mi verano con el Profesor, que a su vez fue la primera iteración en occidente de una saga que lleva en Japón desde la primera PlayStation, Boku no Natsuyasumi (Mis vacaciones de verano). Uno de esos productos que jamás ha cruzado las fronteras por contener elementos muy japoneses que los propios desarrolladores no creen que vayan a funcionar fuera de su país. Pero al utilizar una franquicia como Shin-chan se atrevieron a dar un paso adelante y traerlo hasta aquí. Fue entonces cuando nos quedamos maravillados por esa estética tan bonita, con esos paisajes japoneses dibujados a mano. Se recrea a la perfección esa sensación de verano infinito cazando bichos, pescando, hablando con amigos y pasando tiempo con la familia que nos sonará si hemos visto animes como Doraemon o el propio Shin-chan. En especial este último sabía representar muy bien esos retazos de la vida familiar japonesa, añadiendo su particular sentido del humor y un estilo visual muy característico.
Boku no Natsuyasumi 3 (2007)
En esta ocasión, la familia Nohara se traslada a una casa de estilo tradicional en un pueblo de Akita, la ciudad natal de Hiroshi, debido a un viaje de negocios. La familia disfruta de una tranquila vida rural, y las visitas del abuelo Ginnosuke nos sirven de tutorial para aprender movimientos básicos como cazar o pescar. Al igual que en la serie, es el personaje de la familia con el que tiene más afinidad por su carácter, y las conversaciones que tienen por la noche en el porche de la casa lo reflejan. El ritmo del juego es pausado y ameno. Las interacciones con los personajes y el paso del tiempo hacen que nos sintamos progresando constantemente. Desde el menú de opciones también podemos elegir si queremos que el día pase rápido o más lento, y esto te permite enfocarte más en los objetivos principales o dedicar más tiempo a coleccionar todos los objetos para completar nuestro álbum.
Hay muchos rincones que explorar y bichos para atrapar en Nomagari
Cada miembro de la familia tiene su peso en la historia, y la abuela Tsuru también nos enseñará en un momento determinado a cultivar verduras regando nuestro huerto. Todas estas acciones son muy sencillas y se ejecutan pulsando solamente un botón. Los elementos jugables son accesorios de la exploración y la interacción con los personajes y el entorno. Esta recolección de elementos será esencial para el progreso, y junto a las misiones principales y secundarias, nos mantienen ocupados y entretenidos creando una experiencia muy pura.
La historia toma un giro inesperado cuando Nevado, el perro de Shin-chan, aparece cubierto de hollín en el jardín. Nevado saldrá corriendo y nos conducirá hasta un tren que nos transporta a la enigmática ciudad de Carbónpolis, un lugar industrializado en el que haremos nuevos amigos y les ayudaremos con sus quehaceres. Esto añade una nueva capa al juego, y tendremos que ir y venir entre las dos localizaciones para avanzar en la historia.
El tiempo parece fluir de una forma peculiar en Carbónpolis: al caer la tarde, Shinnosuke se “despierta” en su casa, como si acabara de echarse una siesta. Cuando intenta contarles algo de lo que ha vivido a sus padres, la familia Nohara no entiende nada, y dan por hecho que se trata de fantasías infantiles. Todo esto nos recuerda al realismo mágico que vemos en algunas películas de Ghibli, que alimentan este mundo interior de los niños y las situaciones fantásticas dentro de la cotidianidad.
Por la noche podremos salir un rato a atrapar luciérnagas
El paso del tiempo es un elemento fundamental en Nevado en Carbónpolis, y el juego nos indica en todo momento en qué momento del día estamos. Esto afecta no solo a la iluminación y el ambiente de los escenarios, que pasan de los tonos dorados del atardecer a la penumbra de la noche, sino también el comportamiento de los animales y personajes, que pueden cambiar de lugar según la hora. Cada una de las imágenes del juego es una delicia para los ojos, con imágenes estáticas que representan a la perfección la atmosfera rural japonesa. Las secciones Carbónpolis se sienten más de progreso en la historia, mientras que en la aldea de Nomagari tenemos más libertad para recorrer sus parajes naturales.
Las carreras de vagonetas dan un aire fresco a la jugabilidad
Conforme avanzamos, desbloqueamos nuevas actividades como las carreras de vagonetas en Carbónpolis, en las que podemos mejorar nuestro vehículo con piezas especiales y accesorios. Esta mecánica añade un pequeño desafío y variedad en la jugabilidad, y se integra de manera natural en la historia.
Por último, me gustaría añadir que no hace falta que conozcas Shin-chan para jugar a Nevado en Carbónpolis, puesto que la historia y los personajes son completamente nuevos a excepción de la familia Nohara. Existen referencias y bromas típicas de la serie, pero cualquiera lo puede disfrutar, en cualquier caso. La historia es muy agradable, y aunque el ritmo de juego pierde un poco de intensidad tras haber explorado todos los rincones, tiene un desenlace bonito y satisfactorio.
Shin-chan correrá más rápido haciendo “culito, culito”
Shin-chan: Nevado en Carbónpolis es un juego que me hubiera encantado jugar de niño por la sensación de exploración y descubrimiento de cosas nuevas. Lo recordarás también por sus bellos momentos que se quedarán grabados en la retina: Sus paisajes, los atardeceres dorados, los viajes en tren a Carbónpolis o las reuniones familiares en el hogar cuando cae la noche. Esos momentos en los que parece que se detiene el tiempo, y que sin embargo pasan en un suspiro.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Neos Corporation -
💚 Su estilo visual, encantador y nostálgico
💚 La representación del ambiente rural y la cotidianidad japonesa
💚 Las carreras de vagonetas
💚 Voces originales en japonés y texto en español perfectamente localizado
❌ El tramo final del juego pierde un poco de fuelle
Javier Huerta es un comunicador de videojuegos que actualmente dirige y presenta el pódcast El Bloque Misterioso desde enero de 2023. Además, es la persona detrás de la cuenta de X para los amantes de los videojuegos, lo retro y el píxel, Nestálgicos.