Dentro del amplio espectro de los juegos de plataformas, existe un subgénero conocido como plataformas de precisión, que subvierte los estándares clásicos y redefine la experiencia. En este tipo de juegos, la muerte no es un castigo, sino una constante: nos veremos reiniciando desde el mismo punto para intentar superar desafíos que, en un principio, nos parecen imposibles. La acción no reside en avanzar despreocupadamente acabando con enemigos, sino en controlar con exactitud cada movimiento. Cuando después de innumerables intentos, superamos esa sección que parecía insalvable, nos inunda una sensación de satisfacción y recompensa. Algunos de los exponentes más icónicos son Super Meat Boy o Celeste, referentes del juego independiente que con su estética pixelada y unos controles muy pulidos llevaban al límite nuestra habilidad a los mandos.
Super Meat Boy (2010)
Ahora llega Symphonia, un título que toma esa esencia de las plataformas de precisión con una propuesta más refinada en lo artístico. Una experiencia donde la música, los gráficos dibujados a mano y el desafío plataformero se entrelazan. ¿Estará a la altura en lo jugable? Vamos a comprobar si desde el estudio Sunny Peak han sabido dar con la tecla.
Cuentan las leyendas que existió un mítico reino en el que cuatro músicos prodigiosos insuflaban de vida todo tipo de creaciones a través de la música. Sin embargo, tras una catástrofe los músicos desaparecieron, y el reino quedó sumido en el silencio. El azar del destino ha querido que un autómata descubriera una reliquia que permite devolver a la vida a un músico… Y a partir de aquí nos toca a nosotros traer de nuevo la gloria al reino de Symphonia con la ayuda de nuestro violín. No hay mucho más que contar respecto a la historia, ya que aparte de algunas escenas puntuales, no veremos diálogos ni un desarrollo argumental mucho más amplio. En cambio, se nos sugieren detalles a través de pequeñas escenas puntuales y la ambientación de su mundo, que te anima a recorrer las tres zonas principales del juego. Además de contener diferentes localizaciones, en cada una de ellas veremos los diferentes tipos de instrumentos: viento, cuerda y metal.
Los escenarios del juego nos aportan detalles sobre el mundo de Symphonia
En el corazón de Symphonia está su jugabilidad, diseñada para exigir precisión y habilidad. En algunas secciones tendremos que afinar cada detalle, ya que la mayoría de pantallas requerirán de precisión a los mandos. Además del salto normal, podremos usar el pico de nuestro violín para realizar un salto más elevado o clavarlo en ciertas superficies para impulsarnos hacia adelante aprovechando la inercia. Estas mecánicas añaden profundidad y dinamismo al plataformeo y se complementan con la progresión del juego, que nos otorga nuevas habilidades como un gancho para agarrarnos a ciertos puntos, o la capacidad de desbloquear puertas que conducen a áreas previamente inaccesibles. Esto hace que para completar al 100% el juego será necesario volver a recorrer los niveles desde el principio, lo cual puede resultar tedioso si lo has jugado recientemente. En algunas zonas ocultas de las primeras fases nos aparecerá un mensaje advirtiéndonos que aún no disponemos de la habilidad necesaria para completarla, una decisión que puede ser un poco frustrante.
No podremos acceder a algunos desafíos en un primer momento
Un detalle interesante de Symphonia es que, a pesar de su enfoque en el desafío, evita cualquier tipo de violencia. No hay enemigos que enfrentar ni combates épicos, sólo el entorno hostil que debemos superar. Los pinchos son nuestro único adversario, y si fallamos, simplemente regresamos al punto de inicio de la pantalla para intentarlo de nuevo. Para aquellos que prefieran una experiencia más relajada, el juego incluye una opción de doble salto que puede activarse tras superar la primera fase en el menú de opciones. Esta función, que actúa como una suerte de modo accesible, facilita superar las secciones más complicadas. A mí, personalmente, un doble salto siempre me aporta seguridad, aunque podría generar la sensación de que estamos "haciendo trampa". En cualquier caso, es una adición bienvenida para quienes deseen disfrutar del juego sin demasiadas frustraciones.
Al final de cada fase contemplaremos un pequeño recital
El apartado audiovisual es el punto más fuerte del juego. Los gráficos dibujados a mano son de una gran calidad. Se nota la atención al detalle, e incluso viendo imágenes estáticas del juego, entra por los ojos y te atrapa con su belleza. Su estilo nos recuerda por momentos al clásico de Ubisoft, Rayman Legends. Por otra parte, la banda sonora corre a cargo de la Scoring Orchestra of Paris, y nos envuelve con piezas clásicas que elevan cada momento del juego. Además de los temas principales, podemos improvisar música que activará ciertos elementos del fondo y nos dará una bonificación, o tocar la melodía del viajero para activar un viaje rápido entre diferentes localizaciones. A pesar de esto, se echa en falta un paso más para integrar el aspecto musical con la jugabilidad.
Symphonia es un juego que combina plataformas de precisión con un tratamiento artístico impecable. Sus gráficos dibujados a mano y su banda sonora orquestal crean una atmósfera única, con un diseño de niveles que ofrece un desafío entretenido. Aunque le falta una pizca de personalidad y contenido para llegar a ser sobresaliente, es una travesía que merece la pena recorrer, en especial si valoras el arte y la música en los videojuegos.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Headup Games -
💚 Buen diseño de niveles y mecánicas jugables
💚 El estilo visual dibujado a mano es una delicia
💚 Apartado sonoro exquisito con una banda sonora orquestal
❌ Algunas decisiones de diseño de juego extrañas
❌ La narrativa es más bien escueta
❌ Se puede hacer corto
Javier Huerta es un comunicador de videojuegos que actualmente dirige y presenta el pódcast El Bloque Misterioso desde enero de 2023. Además, es la persona detrás de la cuenta de X para los amantes de los videojuegos, lo retro y el píxel, Nestálgicos.