Desarrollador: Outerminds
Plataformas: PC / Nintendo Switch (próximamente)
El género cinematográfico ha ido de la mano de los videojuegos desde hace muchos años. Ambos artes se han ido retroalimentando, y en los últimos años se ha ido eliminando ese estigma de adaptaciones de videojuegos que no funcionan. Las exitosas adaptaciones de Mario y Sonic para el cine, o series notables de franquicias como The Last of Us y Fallout, ponen de manifiesto que es posible adaptar de manera notable el videojuego en otro lenguaje. Es un reto complicado porque el jugador, acostumbrado a la interacción, puede decepcionarse fácilmente si lo que ve en pantalla no encaja con su experiencia previa a los mandos.
Turbo Kid (2015)
Sin embargo, el caso que nos ocupa es diferente y particular. Turbo Kid actúa como una suerte de secuela de una película de 2015 con el mismo nombre. En esta, nos encontramos con una versión post-apocalíptica de los 90 en la que The Kid sobrevive como puede, leyendo comics en su búnker y recogiendo deshechos con su bicicleta BMX. Kid se encuentra con Apple, una chica que trastocará su vida, y por el camino se encontrará con los restos de Turbo Rider, el héroe de los cómics favoritos de Kid. Con estas armas en su poder, Kid deberá hacer frente a los tiranos que controlan los yermos. Algunos elementos de Mad Max, mezclados con la estética de los 80, le dan a esta película un tono muy particular. Con un espíritu independiente (su presupuesto rondaba los 60.000 dólares), esta propuesta mezclaba acción gore, humor y sintetizadores ochenteros. Su final quedaba bastante abierto, y el estudio Outerminds ha sabido aprovechar todos estos elementos para expandir el mundo de Turbo Kid en un genial metroidvania. Ahora es el momento de dejar de ser espectadores, coger el mando y ponernos en la piel de The Kid.
Veremos algunos flashbacks y referencias a la película, pero se puede jugar perfectamente sin haberla visto
Tras los eventos de la película y sus viajes por el yermo, nos encontraremos en New Hope, un pequeño poblado que actuará como base y en el cual podremos adquirir mejoras y hablar con sus gentes. Al interactuar con otras personas o progresar en la historia, The Kid irá anotando en su diario diferentes pensamientos al respecto. También recopilaremos notas, relatos y páginas de comic que te permiten profundizar en la trama. Cada vez que superamos una parte del juego veremos cambios en este poblado, con diálogos nuevos que nos permiten ver la evolución de los personajes durante los acontecimientos. Si nos sumergimos en la historia podremos llegar a sentir una conexión con los personajes, en una narrativa que está por encima de la media en este tipo de juegos.
Turbo Kid se despertará en el laboratorio de Naomi, que le ha recogido mientras estaba inconsciente
Las líneas de diálogo tienen su medida justa y resultan interesantes, con un tono en consonancia con el que vimos en la película. En ningún momento sientes que están de relleno como puede pasar en otros juegos de este tipo. Antes del enfrentamiento con cada enemigo principal tenemos varios encuentros en los que vemos sus motivaciones, y Naomi también nos acompaña en momentos puntuales, con un papel importante durante la historia.
Como es habitual en algunos juegos del género, empezaremos con las habilidades desbloqueadas en la introducción, pero luego nos despojarán de estas. Sin embargo, en poco tiempo podremos recuperar el machete para ataques a corta distancia, el disparo cargado y la bicicleta. En el caso de la bici, resulta muy práctico y dinámico utilizarla, ya que con un botón la teletransportaremos a nuestra posición y la usaremos automáticamente, pudiendo alternar entre el movimiento a pie y el vehículo cuando queramos.
Con la bici podremos recorrer distancias largas en menor tiempo, y también alcanzar zonas que no podríamos en otras condiciones. Incluso podemos hacer algunos trucos con ella que nos darán un impulso de velocidad. El estilo gore de la película original es algo que el juego también conserva. Además de los chorros de sangre que desprenden los enemigos al reventarlos, podemos utilizar sus cabezas como proyectiles contra ellos.
Las viñetas de cómic son muy chulas y dan contexto a la historia del juego
Necesitaremos encontrar los chips de arma para abrir la puerta que nos permita salir de esta zona del yermo. Durante este recorrido tendremos que adentrarnos en sitios como las alcantarillas, la zona de patinaje o la chatarrería. Cada zona está muy diferenciada, con unas paletas de colores propias de cada una y enemigos diferentes a los que batir. En cada una de ellas, la jugabilidad también varía ligeramente. Tenemos bastante libertad para elegir el orden en el que acometemos cada una de estas áreas, y en ellas adquiriremos habilidades nuevas y armas especiales para el Turbo Guante, lo cual nos puede recordar un poco a Mega Man. También encontraremos cartuchos que podemos insertar en el personaje, que nos dan mejoras de todo tipo. Tenemos un límite en su uso, de manera similar a los amuletos de Hollow Knight.
El pixel art del juego está muy elaborado, con unos fondos muy detallados y diferenciados a cada paso, unas animaciones muy fluidas y efectos de luz bien conseguidos. Aunque a primera vista quizás no destaque respecto a lo visto anteriormente, funciona de maravilla. La banda sonora está compuesta por Le Matos, grupo que ya compuso la música en la película original. Sus ritmos de synthwave y electrónica vuelven a estar presentes, y le sientan como un guante a la ambientación. Además, encontraremos casetes desperdigados por el juego con temas de la banda sonora de la peli.
La trama tiene un fuerte componente religioso
La dificultad del juego está bien medida, aunque en algunas zonas se puede sufrir un poco; especialmente al principio, cuando nuestra vida y repertorio de movimientos son más escasos. Los jefes son divertidos de combatir, con patrones y velocidades crecientes a medida que restamos su vida. Hay que remarcar que el guardado del juego es completamente manual. En unos sofás repartidos por el juego, The Kid podrá tomarse un descanso y jugar a una consola portátil. En caso de que nos maten, volveremos al último punto en el que hayamos guardado. No es algo que suponga un problema para mí, pero se trata de una anomalía en una época en la que los usuarios están acostumbrados al autoguardado constante. Un punto a destacar es que en el menú hay opciones de asistencia que te permiten mejorar el ataque o la salud, entre otras configuraciones. No es recomendable activarlo si eres un jugador experimentado, pero me parece acertado incluir opciones que aumenten la accesibilidad para todo tipo de personas.
Conclusión
Turbo Kid es un juego hecho con mucho cariño por el material original, cogiendo los mejores elementos de anteriores metroidvania y añadiendo ingredientes propios que lo hacen especial. El original uso de la bicicleta y la rica ambientación de este mundo postapocalíptico completan un juego muy notable, que por desgracia parece haber pasado algo desapercibido. Con una duración de aproximadamente 15 horas según la habilidad y el porcentaje de compleción al que quieras llegar, Turbo Kid es un imprescindible para los fans del género.
- Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Outermminds -
💚 Una ambientación y narrativa muy bien lograda
💚 Tener de vuelta a Turbo Kid en formato videojuego
💚 Funciona a todos los niveles: su combate, exploración y música te invitan a seguir jugando
❌ Algunas zonas se pueden hacer un poco largas
Javier Huerta es un comunicador de videojuegos que actualmente dirige y presenta el pódcast El Bloque Misterioso desde enero de 2023. Además, es la persona detrás de la cuenta de X para los amantes de los videojuegos, lo retro y el píxel, Nestálgicos.